Con 16 años recién cumplidos, Tiziano Zalazar vivió el día que había soñado desde que empezó a patear una pelota. El juvenil neuquino debutó en la Primera de Pacífico y no solo cumplió su anhelo personal, sino que también marcó un hito en la historia del club: se convirtió en el jugador más joven en vestir la camiseta del Decano en un partido oficial de mayores.
El debut se dio como local, en el partido frente a Unión Vecinal, en una cancha colmada y con el césped natural brillando como testigo de una jornada inolvidable. “Fue muy lindo, muy emocionante. Estaba nervioso, pero poquitos nervios... mis compañeros y los entrenadores me hablaron mucho, me ayudaron para que pudiera disfrutarlo y jugar tranquilo”, contó Tiziano, que se desempeña como lateral tanto por derecha como por izquierda.
Nacido en 2009 en Neuquén, Tiziano dio sus primeros pasos en la escuelita de fútbol “Escuela de Cracks”, luego pasó por el Club Confluencia, donde fue campeón con el "Mono" Cofré, actual DT de Unión Vecinal, y tuvo un breve paso por Banfield en Buenos Aires, antes de desembarcar en Pacífico hace dos años y medio. Lo curioso es que en sus comienzos jugaba como delantero, pero con el tiempo se reconvirtió en defensor, destacándose por su entrega, criterio y proyección en ataque.
“Fabian Riquelme me avisó que se venía la oportunidad, que estuviera tranquilo. Y Juan Manuel Castillo, el DT, también me dio toda la confianza. Me venían diciendo en varias charlas que me veían bien. Me preparé mucho para esto y por suerte pude aprovecharlo”, aseguró el joven futbolista que no escondió su emoción.
Zalazar valoró el respaldo que tuvo desde el cuerpo técnico y del plantel de Primera: “Me aconsejaron un montón, me ayudaron para que no me sienta presionado. Fue algo muy fuerte, pero muy lindo. La gente alentaba, cantaba... era un marco soñado. Para los chicos como yo, que venimos luchándola desde abajo, en una región donde cuesta mucho, esto es muy importante”.
Con los pies sobre la tierra y la ilusión intacta, Tiziano ya dejó su huella en Pacífico. Y va por más.