OPINIÓN: Alicia Comelli*
#Niunamenos #vivasnosqueremos
Durante el 2015, la oficina de violencia del poder judicial de la provincia de Neuquén, recibió 11.324 denuncias por violencia hacia la mujer de las cuales sólo un 10% fueron judicializadas. Y en el primer bimestre del 2016 son cerca de 1658 las denuncias recibidas por violencia hacia la mujer.
Hace un año atrás, la ciudadanía se convocaba masivamente a movilizarse bajo la consigna #NiUnaMenos. Ese 3 de Junio, aquellas mujeres que desde hace décadas venimos bregando, desde diferentes roles institucionales o sociales por los derechos de las mujeres y la construcción de una sociedad más igualitaria, veíamos esperanzadas a esas miles de mujeres y también de hombres gritando al únísono contra la violencia de género. Aunque sabíamos que el camino que queda por recorrer es largo.
En aquel momento, era oportuno recordar como en nuestra provincia, mujeres como las diputadas del Movimiento Popular Neuquino Teresa Savron, del Partido Justicialista Aurora Costa y del Frente Grande Alicia Gillone pusieron en agenda la cuestión de género en sus partidos primero y de la política en general después, soportando en carne propia todos los embates de la sociedad patriarcal, machista y dominante.
Como nutridas de los principios de todos los tratados internacionales (Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la mujer en 1979, Declaración y Programa de Acción de Viena en 1993, Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la mujer en 1993, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra la Mujer de Belem do Pará en 1994, Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo en 1994, Declaración y Plataforma de Acción de Beijing en 1995 y el Protocolo Opcional a la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer en 1999) lograron la sanción de la ley 2.212 de Protección y Asistencia contra los Actos de Violencia Familiar.
Años después seríamos otras muchas mujeres las que continuaríamos esa senda. En ese sentido, fue un honor ponerle letra a la legislación provincial y nacional (Cupo Femenino, Salud Sexual y Reproductiva, licencias por maternidad, morosos alimentarios y de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales por ejemplo).
A un año de esa convocatoria nacional, de ese #NiUnaMenos, las víctimas de femicidio en el país no han declinado y la violencia hacia la mujer continua siendo una realidad de todos los días. Se calcula que cada 30 horas, ocurre un femicidio en la Argentina. Durante el 2015, la oficina de violencia del poder judicial de la provincia de Neuquén, recibió 11.324 denuncias por violencia hacia la mujer de las cuales sólo un 10% fueron judicializadas. Y en el primer bimestre del 2016 son cerca de 1658 las denuncias recibidas por violencia hacia la mujer. Sin duda este panorama no hace sino que claramente haya que redoblar todavía más los esfuerzos para poder erradicar la violencia de género y poner en igualdad de oportunidades a todas las personas.
En la actualidad, desde mi nuevo rol de Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia, unas de las misiones fundamentales es la de ser observadores del propio Estado para, desde el ejecutivo dinamizar las resoluciones de problemáticas que afectan a la dignidad humana. Además del aumento de recursos en las áreas de Gobierno que deben dar cumplimiento a las normas jurídicas provinciales en relación al tema, el Gobernador Gutierrez creo recientemente, bajo la órbita del Ministerio de Ciudadanía, además de la subsecretaría de Derechos Humanos, la Subsecretaría de las Mujeres, jerarquizando la temática y las acciones de gobierno. Asimismo, ha puesto al frente a Patricia Maistegui, una incansable, idónea y que ha constituido un excelente equipo de trabajo, luchadora de los derechos de las Mujeres. Y la primer campaña publicitaria del nuevo gobierno ha sido para la prevención de violencia en el noviazgo.
Por ello, si bien las cifras de femicidios y violencia siguen siendo desalentadoras, estas medidas renuevan también las esperanzas de seguir avanzando desde el poder Ejecutivo en seguir diseñando y ejecutando políticas que contribuyan a la erradicación de este flagelo que es la violencia de género. Una correcta y segura implementación de los botones antipánico, tanto en el ámbito de los municipios como de la provincia. Del mismo modo que las casas refugio. A nivel Nacional también es fundamental que se implemente la ley 26.485 y su artículo 9 en particular, así como la creación de una asignación económica en determinados casos de violencia equivalente a un salario mínimo vital y móvil, durante todo el tiempo que las mismas se encuentren fuera de sus domicilios y/o hasta tanto se reinserten laboralmente según cada caso.
Como funcionaria, como militante, como mujer comprometida con los derechos de género y a casi 20 años de aquella primera ley provincial, es indispensable que todas y todos participemos de este aniversario y sigamos recorriendo cada vez rápido el camino hacia una sociedad que ya no necesite de consignas como el Ni Una Menos por su erradicación de la violencia hacia las mujeres y con plena igualdad de derechos.
Alicia Comelli, subsecretaría de Derechos Humanos.
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