RÍO NEGRO

Los Alberto, una construcción para 2023

Nación no quiere que el Pro gobierne Río Negro.
domingo, 3 de abril de 2022 · 01:43

Que todos actúan pensando en 2023 no hay dudas. Aunque para afuera intentan hacer creer que falta mucho para las elecciones y aún no hay definiciones en cuanto a las candidaturas, cada acto de gobierno es utilizado para sumar voluntades. En Río Negro la interna en el partido de gobierno entre Arabela Carreras y Alberto Weretilneck tiene muchas similitudes con lo que ocurre a nivel nacional con la alianza entre Alberto Fernández y Cristina Fernández, uno es quien en teoría gobierna y otro el que permanentemente recuerda de quién son los votos.

La gobernadora Carreras aún no resolvió el mayor conflicto que tuvo que enfrentar en sus 27 meses al frente del Ejecutivo. Si bien UPCN se conformó con el 24% de incremento salarial para el semestre en cuatro cuotas y ATE debió bajar la intensidad del conflicto para mantener las buenas relaciones que en algún momento se facturarán, UnTER rompió la hegemonía del frente sindical y votó por el no. Además, martes y miércoles realizará un paro en reclamo de un porcentaje mayor. En este juego poco tiene para opinar SiTraJur, por su nulo poder de lucha.

Desde el gobierno cayó muy mal la decisión de los docentes y atribuyen la negativa al camino del gremio hacia las elecciones, con una conducción que puertas adentro ya habría manifestado su intención de no continuar al frente. Entonces, cada uno de los sectores intenta mostrar poder de acción con decisiones fuertes. Es prematuro saber cómo continuará el conflicto sindical que después de un mes, el gobierno rionegrino no logra resolver.

Este enfrentamiento sirvió para que Carreras retroceda en su idea de medir fuerzas. Hasta que los gremios se plantaron, su intención era posicionarse como una gobernadora con decisión y peso, además de su estrategia de sumar votos de mujeres. Pero, como es una costumbre en su gestión, cuando creyó que se posicionaba, debió retroceder y alinearse con el partido.

La batalla por la gobernación ya está en marcha. Por un lado, con el peronismo aletargado, con un pedido de renuncia de las autoridades, la grieta nacional tiene su correlato en la provincia. Weretilneck teje y teje. Se convirtió en una pieza clave en el Senado a favor de Fernández. Y a cambio aumenta aún más su poder en el territorio.

Por el otro lado, crece la figura de Aníbal Tortoriello, quien asegura que representa todos los votos de la oposición nacional. Será el candidato del Pro, que en Río Negro volverá a jugar con el ARI y con el radicalismo. O parte de él, aquellos que aún no entraron en Juntos Somos Río Negro.

La lectura de Nación es que tanto Martín Soria como Martín Doñate no tienen la fuerza de antaño como para pelear por la gobernación. Las encuestas demuestran que el pésimo resultado de las legislativas de 2021 se mantiene. Entonces la opción es Weretilneck.

Y las cartas comenzaron a mostrarse esta semana. Desde Nación intentan mejorar la imagen presidencial. Aún no evaluaron cómo incide la distancia con el kirchnerismo, pero de todas maneras quieren sacar a Fernández por el país en distritos donde el peronismo se mantiene fuerte.

En Río Negro se pensó en Roca, la única ciudad en la que ganó en octubre del año pasado dentro de la provincia. El primer llamado a la intendencia tuvo una muy buena aceptación. María Emilia Soria se soñó con un acto multitudinario, con ella compartiendo el centro de la escena con el presidente y con su hermano Martín en un segundo plano por primera vez, pese a ser ministro de Justicia de la Nación.

Todo venía bien, aunque no hablaron de fechas, se comenzó a diagramar algunas cuestiones organizativas, como el lugar y qué anuncios haría el presidente, como el ansiado gas en el nuevo Parque Industrial que desde el municipio se pretende que paguen las empresas interesadas en asentarse.

Pero el problema surgió a nivel protocolar. Desde Nación hicieron dos pedidos concretos que cayeron muy mal en el municipio. Además de la presencia de la gobernadora, que deberá estar presente, desde el gobierno de Fernández pidieron por el vicegobernador Alejandro Palmieri y el ministro de Producción Carlos Balacloy, quienes deberían estar en el escenario.

Quienes saben de la charla están al tanto que la menor de los sucesores de Carlos Soria no pudo contener la bronca y les dijo que era imposible. Les reclamó que Banacloy es el candidato de JSRN para despojarla de la intendencia que maneja su familia desde hace 19 años. Pero del otro lado le dijeron que no se trataba de una sugerencia, sino que era una condición no negociable para la llegada de Fernández. Entonces se cortó el diálogo.

El pedido del gobierno nacional está sentado en el compromiso de la presidencia con Weretilneck. El senador está jugando fuerte en el Congreso y además construye pensando en 2023.

Se obsesiona con la intendencia de Roca y consiguió que el partido se encuadre detrás de Banacloy, ungido personalmente como el candidato para destronar a la familia Soria. Y trasladó esa necesidad a la presidencia que no está en condiciones de negarse.

La construcción política de Weretilneck es permanente, le preocupan los votos del Alto Valle y sabe que en Cipolletti tendrá una dura batalla para mantener la intendencia. Eso lo desvela.

También intenta captar votos de otros sectores con los que nunca pudo congeniar, uno de ellos es el que representa el dirigente camionero Rubén Belich, con quien ya mantuvo conversaciones durante la semana para sumarlo a su espacio.

El histórico secretario General de Camioneros mantuvo un fuerte enfrentamiento con el cipoleño por el respaldo que este le brindaba al desaparecido y cuestionadísimo sindicalista de la Fruta Rubén López, quien además de las causas abiertas por blanqueo de activos que aún mantiene la Justicia contra sus familiares, también enfrentó acusaciones de abuso sexual.

Si bien falta más de un año para las elecciones a gobernador, la campaña ya está en marcha.

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