RÍO NEGRO

La campaña en su recta final con aulas vacias y Policía sin rumbo

Carreras se aleja del poder sin garantizar la paz social y Weretilneck no se hace cargo que ella es de su mismo espacio político.
sábado, 1 de abril de 2023 · 20:29

El 16 de abril está a la vuelta de la esquina. El candidato de Juntos Somos Río Negro arrasa en las encuestas y parado sobre ese margen a su favor, Alberto Weretilneck no se hace cargo que Arabela Carreras forma parte de su misma fuerza política, que fue un invento de él y que este gobierno provincial también debería ser propio. El distanciamiento entre ambos no tiene retorno, mientras que la gobernadora se muestra sin reacción ante el alcance previsible del conflicto docente y de una Policía sin conducción.

Sin dudas que el paro de UnTER es un tema altamente preocupante: 200 mil pibes sin clases y 17 mil docentes esperando escuchar una oferta superadora en vez de amenazas y declaraciones explosivas de la gobernadora. La falta de reacción de Carreras es absoluta. La falta de participación de Weretilneck, también. Se mantiene alejado, en un caso férreo a las indicaciones de sus encuestadores, quienes ratifican una y otra vez que su imagen no está asociada al rumbo del gobierno provincial.

Desde que se anunció la última medida de fuerza de los doccentes en Sierra Grande, los intentos de diálogo entre el gobierno y el sindicato fueron nulos. La apuesta de Carreras fue similar a su gestión: romper. El jueves 20 de marzo los maestros votaron 8 días de paro, de los que ya se cumplieron 5. En el medio hubo una conciliación obligatoria que el gremio no acató, también desde el gobierno publicaron el sueldo de los docentes, multaron al gremio en mil millones y además le pagaron el 10% de aumento (por única vez) a aquellos que no hicieron huelga. El resultado siempre fue el mismo, el acatamiento fue del 95% y las medidas ratificadas.

El obstinamiento de Carreras es categórico. Casi digno de una persona que nunca estuvo en política. Como alguien que en tres años y algunos meses de gestión nunca logró construir acuerdos. Entonces, pretender que lo haga ahora, cuando su gobierno ingresó en el ocaso y su futuro político este en una completa nebulosa, es casi ingenuo.

"Qué podés esperar de una persona que se subió al poder y nunca entendió que no era propio. Su soberbia la puede", reconoció un integrante de la mesa chica de Weretilneck en off the record. Además, explicó que lo mejor que puede hacer el candidato a dos semanas de los comicios es no hacerse cargo de un problema que no es propio.

La posibilidad de llegar a las elecciones sin clases es real y concreta. En la semana próxima, que es corta, no habrá clases proque UnTER ratificó el paro anunciado. El gobierno mostró una leve intención de arreglar: adelantó las paritarias prometidas para el próximo lunes al viernes pasado, pero la oferta fue sólo el aumento de 1,3 puntos para el sueldo de abril. Encima, metieron en un párrafo del acta que el 10% de diferencia (que el gobierno pagó y luego descontó en octubre) está dispuesto a abonarlo por única vez cuando levanten las medidas. Una maniobra extorsiva que no generó adhesiones entre los docentes.

Es cierto que el gobierno también tiene un poco de razón cuando habla de una politización del conflicto. La ex secretaria General Sandra Scheroni es candidata a legisladora en la lista de Silvia Horne, el peronísmo que responde a los hermanos Martín y María Emilia Soria y que es apoyada por el presidente Alberto Fernández. La dirigente de Roca representa a la alianza Azul-Arancibia que comanda UnTER desde hace años.

Precisamente, el sector más radicalizado y el que conduce Scheroni, coinciden en que el Congreso para definir nuevas medidas se debería hacer durante esta semana que arranca, así se cumplen las 48 horas de anticipación para notificar al gobierno y comenzar la semana previa a las elecciones con paro desde el lunes 10 de abril.

Así como están planteadas las cosas, la salida del conflicto no se puede ver. Los docentes anticiparon que la propuesta que les realizaron el viernes es insuficiente. Esta constaba de un 6% para febrero -ya liquidaron el 5%-, un 7% para marzo, un 7% en abril, y un 5,5% en mayo y un 5,6% para junio, julio y agosto (alcanzando un total de 50,77%).

Otro frente de conflicto que tiene Carreras, y que no colabora en nada con el transitar de la campaña de los candidatos de su partido, es con la Policía. Con la salida de Daniel Jara, jefe durante la gestión de Weretilneck y que aguantó a cargo hasta noviembre de 2020, la gobernadora delineó su política de seguridad. Como ministra de Seguridad, puso a su amiga Betiana Minor; como máxima autoridad policial, colocó a Osvaldo Tellería, hombre de pasado académico en la fuerza y sin antecedentes como conductor de los uniformados. 

En poco más de dos años crecieron los problemas internos en la fuerza, con un retraso salarial considerable y sin que los subordinados se sientan representados por sus jefes. Así, comenzó a crecer el protagonismo del Consejo de Bienestar Policial, que agrupó a retirados con sueldos miserables que pretendían cobrar zona desfavorable y los que están en actividad y deben afrontar todos los días la falta de insumos, de patrulleros, las comisarías casi al borde del derrumbe que se denuncian.

Como sucede en el conflcito docente, Carreras no diaologa y baja esa posición dura a sus funcionarios. Pero sí aprieta. A los docentes intenta extorsionarlos con el aumento del 10% pendiente desde octubre y con multas hacia el gremio. Con la Policía, ordenó a Tellería que comience con las sanciones disciplinarias. Por la revuleta del año pasado, sumarió a las mujeres administrativas de la Jefatura que se plegaron a la medida y ahora va por los retirados que protestaron por la zona austral: los cuales permanecen con estado policial, pero en situación de retiro y deben respetar el reglamento policial.

La falta de oportunismo es notorio. Si Tellería realizaba los sumarios el mes próximo, quizas haya tenido mucha menos repercusión. Entonces, también se puede entender que existe una intencionalidad en Carreras de sostener los conflcitos. Con ella en retirada, al único que le debería hacer daño la ausencia de paz social es a Weretilneck. El diálogo entre ambos es nulo. De hecho, en el acto realizado el viernes en Viedma, con todos los referentes, no estuvo la mandataria.

De todas maneras, los números continúan a favor del cipoleño con casi el 60% de las intenciones, favorecido por lo poco que miden sus competidores. El empresario Aníbal Tortoriello (Cambia Río Negro) se mantiene en un pobre porcentaje debajo de los 20 puntos; más atrás los sectores peronístas por fuera del kirchnerismo como Horne (Vamos con Todos) y Gustavo Casas (Unidos para la Victoria) no curzan el umbral del 5%, que pone en riesgo que al menos logren un diputado. Otro fenómeno que se da en Río Negro es que Javier Millei lográ llegar con facilidad a los dos dígitos, pero su candidato Ariel Rivero (Libertario) tiene números bastante bajos que no le permitirían alcanzar el piso para tener una banca.

 

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