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Miércoles 21 de Mayo, Neuquén, Argentina
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Un desafío urgente para los sistemas educativos y toda la sociedad

Los alarmantes porcentajes de las Pruebas Aprender, en el país, constituyen una advertencia y a la vez un desafío.

Sabado, 10 de mayo de 2025 a las 11:42

Al terminar el primer ciclo de primaria, el 55% de los chicos no alcanza los niveles de lectura esperables para su edad. Así surge de los datos de la prueba Aprender Alfabetización, que se tomó en noviembre de 2024 a una muestra representativa de 91.042 estudiantes de tercer grado en 4.178 escuelas de todo el país.

Es una afirmación preocupante sobre el nivel de comprensión lectora infantil.  Esto puede reflejar deficiencias en el sistema educativo, falta de acceso a recursos adecuados, desigualdad social, o incluso una menor estimulación en el hogar. La lectura es una de las habilidades fundamentales en el desarrollo infantil. No solo permite acceder al conocimiento, sino que también fomenta el pensamiento crítico, la empatía y la imaginación.

Ese porcentaje plantea un desafío urgente para los sistemas educativos y para la sociedad en general. Muchos niños crecen en entornos donde el acceso a libros, tecnología educativa y acompañamiento escolar es limitado. Esto genera una brecha desde los primeros años de vida.

En algunos contextos, la formación docente, la sobrecarga de alumnos por aula y la falta de materiales actualizados impiden una enseñanza efectiva de la lectura; para muchos, poca estimulación temprana. El hábito de la lectura se forma en los primeros años. Cuando en los hogares no se estimula la lectura, los niños llegan a la escuela con desventajas significativas.

El cierre prolongado de escuelas durante la pandemia COVID-19 afectó especialmente a los sectores más vulnerables, profundizando las dificultades en lectoescritura. Miles de chicos quedaron desconectados del sistema, literalmente.

Las consecuencias son tan profundas como invisibles. Porque un niño que no comprende lo que lee es un adolescente que no termina la escuela, y un adulto con escasas oportunidades laborales. Es una rueda que gira hacia el mismo lugar: La reproducción de la pobreza.

La lectura es la base para el aprendizaje de todas las materias. Si no se domina, es difícil progresar en otras áreas del conocimiento. Las habilidades de comprensión son esenciales en el mundo laboral. La falta de competencia lectora puede condicionar las posibilidades de inserción laboral.

Es sumamente importante que los gobiernos comiencen a invertir en jardines maternales y en la formación de docentes especializados en estimulación temprana. Implementar políticas públicas sostenidas que promuevan el acceso a libros, tecnología y espacios de lectura. Es necesario promover campañas que incentiven la lectura en casa y en espacios comunitarios como bibliotecas y centros culturales.

Hay que monitorear el avance lector de los estudiantes para detectar dificultades a tiempo y aplicar estrategias correctivas. El 55 por ciento no es solo un dato estadístico, es un llamado a la acción. Garantizar que todos los niños desarrollen habilidades lectoras adecuadas es una responsabilidad compartida entre el Estado, las familias, los docentes y la comunidad.

Leer bien no es un lujo, es un derecho. El dato golpea con fuerza, más de la mitad de los estudiantes tiene dificultades para comprender textos adecuados a su nivel. No se trata de una cifra técnica, sino de una radiografía de una crisis silenciosa que atraviesa la educación y que compromete el futuro de toda una generación.

Leer no es solo decodificar palabras, es comprender, reflexionar, conectar ideas, desarrollar pensamiento crítico. Y cuando esa habilidad básica falla, se derrumba el edificio del aprendizaje. Porque sin comprensión lectora, no hay forma de avanzar en ciencias, en historia, en matemáticas.

El fracaso escolar empieza, muchas veces por ahí. Las causas son múltiples y se retroalimentan entre sí. La desigualdad social es una de las principales. En los sectores más vulnerables, muchos niños crecen sin acceso a los libros, sin conexión a internet.

Las brechas se abren desde el jardín, cuando unos llegan con cuentos leídos en casa y otros no conocen ni una biblioteca. A eso se suman problemas estructurales del sistema educativo. Falta de formación docente específica.

Como dijimos, aulas sobrepobladas, escasos materiales didácticos y poca innovación en los métodos de enseñanza. La pregunta es ¿se puede revertir? La respuesta es: SI.

Pero requiere decisiones políticas firmes y sostenidas en el tiempo, invertir en la primera infancia, implementar planes de alfabetización realistas. Reitero: Capacitar docentes. Acercar libros y tecnologías a cada rincón de la provincia, y algo más, volver a poner a la lectura en el centro de la vida familiar y social.

Porque no se trata sólo de políticas públicas. También de una cultura que valore la lectura como herramienta de libertad.

Que más de la mitad de los chicos no comprenda lo que lee debería ser un escándalo nacional. Pero no lo es, quizás porque no se ve en los titulares, ni en los noticieros. Pero ahí está, silencioso, persistente y devastador.

En Neuquén, como en gran parte del país, el sistema educativo enfrenta un problema estructural que rara vez se discute con la urgencia que merece. El 55 por ciento de los chicos no alcanza los niveles de lectura esperables para su edad. Es decir, más de la mitad de los estudiantes neuquinos tiene dificultades serias para comprender textos adecuados a su nivel escolar.

Los datos no son solo estadísticas. Reflejan una realidad que atraviesa escuelas urbanas y rurales, y que se siente en el día a día de los docentes. Chicos que no pueden seguir una consigna, que no entienden lo que leen en un problema de matemáticas o que no logran expresarse por escrito.

La base del aprendizaje está en jaque, y ahora que hay elecciones en ATEN se alcanza un acuerdo con el gobierno para la incorporación de plazas para Dobles Pedagógicos en el Nivel Primario… Para el gremio es un gran paso adelante; un logro histórico, y fundamentalmente en las condiciones de trabajo y aprendizaje del Nivel Primario.

Esto nos da la razón en todo lo que veníamos planteando. Neuquén, una provincia con importantes recursos económicos gracias al desarrollo de Vaca Muerta, enfrenta una paradoja. La inversión en infraestructura no siempre se traduce en calidad educativa. Si bien se han construido escuelas y mejorado algunos edificios, el problema pasa por las aulas. Recién ahora se dieron cuenta que faltan docentes, y aparecen estas nuevas oportunidades laborales –según ATEN- para colegas científicos que sumen a sus creaciones y mejores oportunidades de aprendizaje para nuestros estudiantes.

El futuro de la provincia también se escribe con palabras que deben ser comprendidas.

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