Durante su actual gira por España, Fito Páez brindó una entrevista a la agencia EFE en la que, como es habitual en él, no se guardó opiniones. El reconocido músico rosarino se refirió al presente político y económico de la Argentina, y dejó fuertes definiciones que resonaron tanto en el ámbito artístico como en el político.
Lejos de esquivar el tema, Fito Páez expresó su disconformidad con la situación actual del país. “La Argentina de Javier Milei no me gusta, pero la vivo junto a mis hijos”, afirmó. Sin embargo, matizó sus palabras con una mirada crítica hacia el pasado: “Entiendo que había procesos económicos impostergables y también que no hubo una autocrítica abierta de las fuerzas que permitieron que Milei llegara al poder”.
Estas declaraciones sorprendieron por su tono directo y por lo que implican: una crítica no sólo al oficialismo, sino también a quienes lo precedieron. En un clima político cada vez más polarizado, Páez eligió ubicarse en un lugar incómodo, lejos de la comodidad de la corrección política.
Pero el artista fue aún más allá, al extender su análisis a un plano global. “Las políticas de izquierda fracasaron como proyecto histórico”, sentenció, y calificó a las utopías como inútiles. Su frase dejó en evidencia un giro en su visión ideológica: “Hay que decirlo sin pudores y sin miedo a la corrección política, que es una cosa abominable de estas épocas”.
La postura de Fito Páez generó sorpresa no sólo por lo que dijo, sino por quién lo dijo. A lo largo de su carrera, el músico se mostró vinculado a posturas progresistas, y sus declaraciones reflejan un desencanto profundo con ciertos sectores del pensamiento tradicionalmente asociado a la izquierda.
Más allá de lo político, Fito Páez también habló de su presente como artista. Reveló que está trabajando en un ensayo titulado “La música en tiempos de demencia masiva”, una obra que, según adelantó, combina reflexión estética con crítica social.
Sus palabras generaron repercusión inmediata en redes sociales, donde algunos celebraron su honestidad brutal, mientras otros lo acusaron de dar la espalda a sus convicciones históricas. El debate volvió a instalar una pregunta recurrente: ¿puede un artista reinventarse sin traicionar su pasado?
Con esta entrevista, Fito Páez vuelve a posicionarse como una de las voces más lúcidas y provocadoras del panorama cultural argentino, dispuesto a incomodar, interpelar y seguir pensando el país desde la música y la palabra.