Morena Rial volvió a protagonizar un episodio con la policía, esta vez durante un control en la autopista General Paz que terminó en una nueva detención. Según informaron en LAM, la cantante iba acompañada por una amiga y, tras ser frenadas por supuesta alta velocidad, la situación se complicó por falta de papeles en el vehículo.
Pepe Ochoa detalló en el programa el nuevo conflicto de la mediática con la policía: “Iba por la autopista y la frena la policía a ella, a Rosemary (amiga de Morena) y a dos autos más”. Al parecer, la sospecha de que podrían estar participando en una picada llevó a que detuvieran a los tres vehículos para pedirles la documentación.
El problema surgió cuando se descubrió que ni Morena Rial ni Rosemary tenían los papeles en regla. “El auto es de Rosemary, que es una mai umbanda que conoció en lo que sería como la catequesis umbanda”, explicó el panelista. Además, tuvieron que esperar casi dos horas para que alguien llevara el seguro en formato impreso, ya que aunque lo tenían digital, los efectivos se lo requisaron.
Finalmente, tras el trámite y la espera, Morena pudo seguir su camino hacia Lugano, pero las imágenes del procedimiento se viralizaron y volvieron a poner a la cantante en el ojo público, especialmente por su historial judicial reciente.
Por lo pronto, Morena Rial continúa transitando por situaciones complicadas en lo que respecta a su vida privada. Tanto es así que hacer poco más de dos meses, dio una nota en la que habló sobre su vida y las dificultades que enfrentó. Al ser consultada por la última vez que lloró, confesó: “Creo que no lloro hace 2 años, fácil. Por mis hijos, seguramente, pero no lloro a diario”.
También se mostró reflexiva sobre su pasado y su familia: “Mucho de lo que soy o lo que pasé, pero nada. Obviamente que todos hubiéramos querido que algunas cosas cambien. No te voy a mentir. Yo estoy bien, no me falta nada. Mis hijos tienen salud, yo tengo salud. Quizás me merecía una infancia más normal”.
Sobre su relación con su madre, Silvia D’Auro, Morena Rial fue contundente: “Mi papá siempre nos dijo que hay mucha maldad en la calle, en el colegio. Mi papá nos inculcó eso de chiquitas. Yo creo que Silvia D’Auro siempre fue un monstruo, no cambiás de la noche a la mañana. Nunca la entendí. Todo el mundo dice que tenía problemas psiquiátricos, pero no tengo idea qué le pasó por la cabeza”.