A un mes del accidente de tránsito en el que se vio involucrada Fernanda Iglesias en el barrio porteño de Caballito, el repartidor afectado, Boris Mendoza, rompió el silencio y brindó su versión sobre lo ocurrido aquella madrugada. En su testimonio, no solo describió la escena del choque, sino que también negó de forma tajante las acusaciones de extorsión que la periodista realizó públicamente.
El hecho tomó nuevamente relevancia cuando Fernanda Iglesias, en declaraciones al programa Puro Show, aseguró estar siendo extorsionada por Boris Mendoza. Según la panelista, el joven comenzó a pedirle dinero semanas después del accidente. Sin embargo, Boris salió a desmentir esa versión y expuso que fue él quien decidió denunciarla por su conducta esa noche.
“Eran las 3:20 de la mañana, estaba haciendo una entrega en Díaz Vélez y Acoyte. Dejé la moto entre dos autos, fui hasta la puerta del cliente y, de repente, escuché un golpe fuerte. Cuando miré, vi que mi moto había sido embestida por un auto, manejado por Fernanda Iglesias”, relató el joven en una entrevista. Aseguró que la periodista bajó del vehículo visiblemente alterada, y que él le reclamó en el momento que estaba bajo los efectos del alcohol.
Boris Mendoza recordó que en el momento del impacto no había ningún policía en la zona, y que debió esperar más de diez minutos para recibir asistencia. “Lloré de la bronca, los vecinos salieron, fueron testigos de todo”, agregó. También señaló que, pese al estado de shock, Fernanda Iglesias optó por quedarse dentro del vehículo y que nunca se acercó a ver el daño ni a interesarse por su situación.
Por su parte, Fernanda Iglesias argumentó que todo comenzó cuando otro auto la encerró, lo que la obligó a maniobrar de forma brusca y terminar chocando. Aseguró que no hubo heridos y que el SAME acudió por ella. Además, declaró que fue el repartidor quien luego comenzó a contactarla por redes sociales, solicitando ayuda económica y compartiéndole su alias de cuenta para recibir dinero.
La panelista sostuvo que intentó ayudarlo, incluso ofreciéndole trabajo, pero que al no obtener respuesta formal y ante la insistencia, decidió iniciar acciones legales. “Me empezó a amenazar con contar su versión en los medios si no le daba plata”, denunció.
Fernanda Iglesias ya presentó una denuncia por presunta extorsión y dice tener pruebas. Boris Mendoza, en cambio, insiste en que fue víctima de un choque evitable y en que solo busca justicia. La causa ya está en manos de la Justicia, que deberá determinar qué ocurrió realmente aquella noche.
El joven también aseguró que su intención nunca fue obtener un beneficio económico, sino que buscaba que se hiciera responsable por los daños causados. “Tengo que seguir trabajando, mi moto es mi herramienta. Lo único que quería era una solución, no plata sin sentido ni nada ilegal”, afirmó, dolido por el rumbo que tomó la situación.
Mientras ambas partes se mantienen firmes en sus relatos, ahora será la Justicia quien deba esclarecer lo sucedido. Las versiones son opuestas y el conflicto, lejos de resolverse, parece profundizarse con el paso del tiempo.