En enero de 2020, el Real Madrid desembolsó 30 millones de euros para quedarse con una de las grandes promesas del fútbol brasileño: Reinier Jesus. Tenía apenas 18 años, un futuro lleno de ilusiones y un camino que parecía calcado al de Vinicius y Rodrygo, quienes sí lograron consolidarse con la camiseta blanca. Pero el caso del carioca fue totalmente distinto.
Reinier jamás disputó un partido oficial con el primer equipo del Merengue. Su paso por la Casablanca fue una suma de frustraciones, cesiones constantes y oportunidades que nunca llegaron. Jugó en el Real Madrid Castilla y, luego, comenzó un peregrinaje por Europa: Borussia Dortmund, Girona, Frosinone y Granada. En todos ellos, acumuló minutos, pero nunca se destacó ni alcanzó regularidad.
Tras cinco años sin rumbo claro, el futbolista decidió cortar por lo sano. Rescindió su vínculo con el Real Madrid y volvió a Brasil para firmar con Atlético Mineiro. El club brasileño no pagó un centavo para quedarse con el 50% de su ficha; la otra mitad seguirá en manos del club español, que lo dejó ir sin ningún rédito deportivo ni económico.
“Estuve cedido cinco años y no era feliz. Hablé con el técnico Cuca y me gustó el proyecto”, declaró Reinier en su presentación oficial con el Galo. A los 22 años, intentará recuperar su mejor versión en el Brasileirao, la Copa do Brasil y la Sudamericana, donde el Mineiro enfrentará a Godoy Cruz en octavos.
Una historia que comenzó con millones, ilusiones y expectativas... y terminó con una salida silenciosa.