El conservador Guillermo Lasso asumió este lunes la presidencia de Ecuador tras vencer al correísmo y recuperar el poder para la derecha, con una ceremonia que se desarrolló en la ciudad de Quito, y a la que asistieron mandatarios y líderes políticos de Sudamérica, entre los que se encontraban Felipe Sola, canciller argentino, y Jair Bolsonaro, presidente de Brasil.
Este exbanquero de 65 años hereda un país en crisis económica, que se extendió a lo social y sanitario a causa del coronavirus, siendo Ecuador el séptimo de Latinoamérica con más casos -más de 418.000- y muertos -más de 20.100-.
El flamante presidente, cuyo mandato durará cuatro años, repasó en su discurso inaugural múltiples temas en su presentación, desde el complejo escenario económico del país y los fracasos de los gobiernos anteriores, hasta su promesa de que con él se terminarían viejos antagonismos y se inauguraba una nueva era en el país.
"No perseguiremos a nadie y gobernaremos para todos. Esto quiere decir, no gobernar en contra de nadie, ni tampoco a favor de sectores privilegiados", afirmó. "Se terminó la era de la persecución política. No he venido a saciar el odio de unos pocos, sino a calmar el hambre de muchos", agregó.
Al acto de posesión a cargo de la unicameral Asamblea Nacional asistieron gobernantes de varios países como el de Brasil, Jair Bolsonaro; de Colombia, Iván Duque; y de Chile, Sebastián Piñera.También estará el rey de España, Felipe VI, de acuerdo con la secretaría de Comunicación.
El Gobierno argentino está representado por una comitiva encabezada por el canciller Felipe Solá, quien entregó a Lasso una carta del presidente Alberto Fernández, en la que el mandatario renovó sus "mejores deseos" para la gestión que se inicia.
Con datos de Télam.