António Guterres, máxima autoridad de la Organización de Naciones Unidas, aseguró que el “uso táctico de armas nucleares es inaceptable”. Lo hizo en vísperas del primer aniversario de la invasión rusa a Ucrania.
“Hemos escuchado amenazas implícitas de usar armas nucleares. Ya es hora de dar un paso atrás desde el borde", aseguró Guterres. Más allá del anuncio que hizo Putin días atrás, cuando avisó que Rusia suspendía el tratado de control de desarrollo de armas nucleares firmado con Estados Unidos, concretamente Guterres se focalizó en la situación de Zaporiyia. En esta ciudad se encuentra la mayor central nuclear de Europa, y es utilizada constantemente por Rusia para amenazar a la comunidad internacional con un gran desastre nuclear. Cualquier accidente o accionar voluntario que dañe la central generaría consecuencias mucho mayores a las sufridas en Chernobyl en los años ochenta.
Guterres también se refirió a la gran crisis humanitaria que este conflicto ha desatado. En este sentido, recordó que 4 de cada 10 ucranianos necesitan ayuda humanitaria, y que la organización que preside solicitó a los países miembro un monto de 5.600 millones de dólares para asistir a la población ucraniana. Además, cuestionó que, por el conflicto, que ha concentrado todos los esfuerzos, tanto económicos como de otro tipo, se han dejado de atender situaciones muy graves en otras partes del mundo.
Para el final, en un intento de mantener la esperanza de una resolución pacífica, Guterres afirmó que "si bien las perspectivas pueden parecer sombrías hoy, todos debemos trabajar sabiendo que una paz genuina y duradera debe basarse en la carta de Naciones Unidas y el Derecho Internacional”. Hoy, parece difícil.