El funeral del Papa Francisco reunió en Roma a representantes de 146 países, entre ellos cerca de 50 jefes de Estado, en una ceremonia multitudinaria que congregó a miles de fieles en la Plaza de San Pedro. Entre las figuras más destacadas se encontraban el presidente estadounidense Donald Trump, acompañado por la primera dama Melania, el presidente francés Emmanuel Macron con su esposa Brigitte, y el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, todos ubicados en primera fila siguiendo un estricto protocolo que organizó los asientos por orden alfabético de los países en francés.
La presencia latinoamericana estuvo encabezada por el presidente argentino Javier Milei, quien ocupó un lugar privilegiado dada la nacionalidad argentina del Pontífice, junto al mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el ecuatoriano Daniel Noboa, el dominicano Luis Abinader y la hondureña Xiomara Castro. Sin embargo, se notaron ausencias importantes de jefes de Estado de México, Colombia, Chile, Perú, Uruguay, Bolivia, Cuba y Venezuela, quienes enviaron representaciones de menor rango.
Las casas reales también estuvieron presentes con los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, entre los monarcas de otros diez países, mientras que la Unión Europea estuvo representada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El funeral también sirvió como escenario para encuentros diplomáticos, destacando la reunión privada previa entre Trump y Zelensky, calificada como "muy productiva" por la Casa Blanca, donde discutieron sobre un posible "alto el fuego total e incondicional" en Ucrania.
Con 2.700 periodistas acreditados, un despliegue de 4.000 agentes de seguridad y otros 4.000 voluntarios, la ceremonia fúnebre concluyó con el traslado del féretro a la basílica romana de Santa María La Mayor para su entierro, tal como había dispuesto en vida el pontífice argentino fallecido el pasado lunes a los 88 años.