La jornada electoral en Bolivia transcurrió con tranquilidad, aunque la expectativa por los resultados crece entre la población y los analistas políticos. Casi 7 millones de ciudadanos acudieron a las urnas para escoger presidente, vicepresidente y renovar el Congreso, en un contexto marcado por la división interna del Movimiento al Socialismo (MAS) tras 20 años de poder.
Ninguno de los ocho candidatos alcanza la mayoría necesaria para ganar en primera vuelta. Para ello, se requiere obtener el 50% más uno de los votos o al menos el 40%, con una diferencia de 10 puntos sobre el segundo.
Los favoritos para avanzar al balotaje, programado para el 19 de octubre, son el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga, representante de Alianza Libre (derecha), y el empresario Samuel Doria Medina, por Unidad Nacional (centroderecha).
En segundo lugar, con posibilidades de competir en segunda vuelta, están Andrónico Rodríguez, presidente del Senado y líder de Alianza Popular (izquierda), quien se ha distanciado del MAS, en particular del presidente Luis Arce y del exmandatario Evo Morales, y el legislador Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano.
El resto de los aspirantes con menores chances son Manfred Reyes Villa (Autonomía para Bolivia - derecha), Eduardo del Castillo (MAS), Jhonny Fernández (Fuerza del Pueblo - derecha populista) y Pavel Aracena Vargas (Libertad y Progreso - derecha liberal nacionalista).
La palabra de Evo Morales
En medio de este escenario, Evo Morales, debilitado políticamente y enfrentando procesos judiciales, permaneció en su residencia en Chapare y llamó a votar nulo, una señal de su desaprobación hacia las elecciones actuales.
Además de la elección presidencial y vicepresidencial para el periodo 2025-2030, se renovarán 130 escaños en la Cámara de Diputados y 36 en el Senado. Según informó el Tribunal Supremo Electoral (TSE), en las nueve regiones del país, los jurados comenzaron el conteo en las 34.026 mesas habilitadas.
Óscar Hessenteufel, presidente del TSE, calificó la jornada como “tranquila” y afirmó que los “incidentes aislados no afectaron la votación”.
El episodio más relevante se produjo en Chapare, donde una dinamita de mecha corta explotó en las inmediaciones del colegio donde votaba Andrónico Rodríguez, sin causar víctimas ni daños materiales.
Por otro lado, Rodríguez fue agredido con piedras por un grupo de personas, lo que obligó a que se retirara entre empujones y gritos, un hecho que refleja la tensión política en ciertas zonas del país.