El programa de visas H-1B, que permite la entrada a Estados Unidos de trabajadores extranjeros altamente calificados, enfrenta un cambio que podría impactar duramente a América Latina. Aunque esta región representa solo un pequeño porcentaje del total de visas otorgadas, México y Brasil son los países latinoamericanos más expuestos a las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno de Donald Trump.
Actualmente, India y China concentran la mayoría de estas visas, con 71% y 11,7% respectivamente. América Latina solo representa alrededor del 3% de las visas H-1B aprobadas. En el año fiscal 2024, México obtuvo 3.333 visas y Brasil 2.638, siendo los principales receptores en la región.
El aumento de la tarifa, que podría alcanzar los US$ 100.000 anuales por solicitud, busca limitar el uso excesivo del programa. Esta medida, sin embargo, amenaza con cerrar las puertas a miles de profesionales latinoamericanos en sectores como la tecnología y la ingeniería, que dependen en gran medida de estas visas para acceder al mercado laboral estadounidense.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, confirmó que esta tarifa fue definida tras consultas con empresas usuarias del programa. Actualmente, el Departamento de Seguridad Nacional evalúa si el pago se realizará como un único monto adelantado de US$ 300.000 o como US$ 100.000 anuales durante tres años.
La presencia latinoamericana en el programa H-1B ha disminuido en las últimas dos décadas. En 2005, México y Colombia representaban el 1,3% y Brasil el 0,9% de las visas otorgadas. Para 2024, estos números bajaron a 0,8%, 0,4% y 0,7% respectivamente.
Durante la administración de Trump, el programa fue objeto de fuertes críticas por supuestamente desplazar a trabajadores estadounidenses con mano de obra extranjera más económica. En 2020, se endurecieron las reglas para la obtención de estas visas, con una definición más estricta de "ocupaciones especializadas" y limitaciones en la subcontratación de trabajadores H-1B.
Estas políticas se reflejaron en las tasas de rechazo, que en 2018 alcanzaron un pico del 15%, con un 24% de negativas en solicitudes nuevas y un 12% en renovaciones. Bajo la administración Biden, las tasas bajaron a menos del 3% en 2022, gracias a fallos judiciales que bloquearon algunas restricciones previas.
Aunque la imposición definitiva de esta tarifa aún está en discusión, su implementación podría limitar aún más el acceso de los profesionales latinoamericanos a las oportunidades laborales en Estados Unidos, consolidando una tendencia que ya los posiciona en un lugar marginal dentro del sistema H-1B.