Los gobernadores del Norte Grande vuelven a ocupar el centro de la escena política. Aunque mantienen una postura abierta al diálogo con el Gobierno nacional tras las elecciones legislativas, ya trabajan en una táctica común para fortalecer su presencia en el Congreso y asegurarse protagonismo en las próximas discusiones clave: Presupuesto, reforma laboral y cambios tributarios.
En paralelo a las reuniones que el ministro del Interior, Diego Santilli, mantiene con cada mandatario —encuentros que el presidente Javier Milei aceleró para recomponer vínculos con las provincias—, los gobernadores están reforzando su propio espacio político. Y lo hacen conversando entre ellos, sin intermediarios.
Este jueves, la señal más clara llegó desde Santiago del Estero, donde el anfitrión Gerardo Zamora reunió a los líderes del Norte Grande. Aunque la agenda formal incluyó la designación del catamarqueño Raúl Jalil como presidente del bloque regional, la reunión estuvo marcada por un fuerte debate político. En la mesa se analizó cómo potenciar la representación parlamentaria del norte y la posibilidad —cada vez más concreta— de conformar un espacio coordinado tanto en Diputados como en el Senado.
Los mandatarios admiten que el Gobierno necesita sus votos para avanzar con las reformas, pero también recuerdan que las provincias deben tener un rol decisivo en la letra chica de cada proyecto. Por eso, mientras Santilli continúa su ronda de conversaciones, los gobernadores ya delinean un esquema de mayor cohesión que les permita negociar en bloque y llegar al Congreso con mayor musculatura política.
Zamora recibirá al ministro del Interior este viernes, en lo que será una nueva instancia de diálogo con la Casa Rosada. Pero el mensaje ya quedó claro: el Norte Grande llegó unido, con agenda propia y dispuesto a negociar de igual a igual en un escenario donde cada voto se volvió determinante.