Un violento cruce entre trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y fuerzas de seguridad marcó una nueva jornada de tensión en la colectora de General Paz. Durante el enfrentamiento, los manifestantes arrojaron cubiertas a los policías, que respondieron avanzando sobre ellos para despejar la traza principal y restablecer el tránsito. Finalmente, los trabajadores se reagruparon frente al edificio del organismo, donde continuaron con la protesta.
La indignación se desató horas después de que el Gobierno oficializara, a través del Boletín Oficial, la disolución del Servicio Argentino de Calibración y Medición (SACM). La resolución, presentada como parte de una “modernización administrativa”, transfiere las tareas del área al Organismo Argentino de Acreditación (OAA) y a laboratorios privados.
Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, fue categórico: “Los estatales vamos a defender con todas nuestras fuerzas los derechos que tenemos, y vamos a protestar contra la reforma laboral”, aseguró. También cuestionó la “motosierra” del Gobierno libertario y el anuncio de reducir un 10% la planta estatal, al advertir que se debe “impedir que se materialicen despidos masivos”.
Desde el Ejecutivo señalaron que el recorte alcanzaría a organismos descentralizados, entre ellos la Oficina Anticorrupción, el Indec, el Conicet, la Coneau, el ARCA, el Archivo General de la Nación, la Anses, la Conadis, el Enargas, el Enre, el INTA, el Enacom y el propio INTI.
Para los sindicatos, la mayor amenaza se cierne sobre el 31 de diciembre, cuando vencen 70.000 contratos en la administración pública nacional. “ATE exige la inmediata renovación de todos esos vínculos contractuales”, remarcaron.
El gremio también reclama la reapertura urgente de paritarias, una recomposición salarial de emergencia y rechaza el proyecto oficial de reforma laboral, al que califican de regresivo, con implicancias directas sobre las modalidades de trabajo en el sector estatal.