El Gobierno de Neuquén alertó a la comunidad por el hallazgo del parásito de la triquinosis en chorizos a la venta en comercios de Neuquén Capital. La detección fue a partir de una investigación epidemiológica, iniciada tras la confirmación de un caso humano de triquinosis.
Así las autoridades de control sanitario detectaron la presencia de Trichinella spiralis (el parásito causante de la enfermedad) en muestras de embutidos (chorizos mezcla) recolectadas en dos carnicerías de la ciudad de Neuquén.
El procedimiento se llevó adelante luego de reconstruir la cadena de consumo de los afectados, quienes habían participado de reuniones familiares donde se ingirieron estos productos. Tras varias inspecciones, el municipio realizó clausuras de manera preventiva y el decomiso de la mercadería, confirmando que la falta de controles en el origen de la materia prima representa un grave riesgo para la salud pública.
Las autoridades destacaron que lo más alarmante de este caso es que la contaminación no provino de una venta callejera evidente, sino de un comercio habilitado que, sin embargo, presentaba serias infracciones.
Durante la fiscalización, se detectó que el local carecía de registros de producción y trazabilidad. Si bien el comercio exhibía documentación de compra de ciertos frigoríficos, no pudo justificar el origen de la totalidad de la carne de cerdo utilizada para la elaboración propia.
Explicaron que esta "zona gris" sugiere el ingreso de carne proveniente de la faena clandestina o no regulada a los mostradores formales, poniendo en peligro a los clientes que confían en la seguridad del local.
Ante la gravedad del hallazgo provincia y municipio intensificarán las fiscalizaciones en carnicerías que elaboran productos propios. El objetivo es rastrear el origen de la materia prima y asegurar que no se introduzcan carnes de criaderos no regulados en el circuito legal.
Cómo realizar un consumo consciente para no exponerse al peligro
Autoridades advierten que la triquinosis es una enfermedad grave, pero totalmente prevenible si se corta la cadena de informalidad. Para ello, el rol del consumidor es clave. A la hora de comprar chacinados, embutidos o carne de cerdo fresca, se recomienda seguir estas pautas:
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Exigir el rótulo. Todo producto elaborado (chorizos, salamines, bondiolas) debe tener una etiqueta que certifique su origen y que ha pasado por los controles bromatológicos correspondientes. Si el producto es "casero" y no tiene etiqueta, no hay garantía de que haya sido analizado.
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La carne de cerdo debe provenir de frigoríficos seguros y mataderos autorizados. La faena casera para la venta está prohibida.
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Cocción completa, el parásito de la triquinosis muere con el calor. Al cocinar carne de cerdo fresca, asegúrese de que desaparezca el color rosado por completo.
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Salado y ahumado no son suficientes, es un mito creer que el limón, la sal o el ahumado matan al parásito. Los fiambres y embutidos secos son los más riesgosos si la materia prima no fue analizada previamente.