Opinión / Mario Das Neves
Porqué no queremos una Ley de Hidrocarburos del Gobierno nacional
Los argumentos del diputado nacional y exgobernador chubutense para rechazar la iniciativa oficial.
En un acto para convenir planes de vivienda, y a menos de 500 días de que finalice el su mandato, Cristina volvió a defender el borrador para una nueva ley de Hidrocarburos que impulsa el presidente de YPF, Miguel Galuccio, y el Secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini.
El borrador, que ya circula en varios medios, tiene la oposición lisa y llana de un amplísimo espectro de actores que van desde sindicalistas, gobernadores, empresarios y algún que otro tibio reparo de dirigentes del mismo oficialismo.
El proyecto es fuertemente cuestionado por recortar plazos de exploración, intervenir fuertemente en regulación de materia provincial, fija un techo a las renegociaciones de prorroga de contratos y poner un límite demasiado estricto a los impuestos provinciales y municipales. Globalmente, hace peligrar además la fuente de trabajo del sector y amenaza con la viabilidad de los proyectos de explotación vigentes.
También es preocupante un artículo de ese borrador que prohíbe a las provincias reservar áreas a favor de empresas públicas o con participación estatal y obliga a que las ya reservadas deban ser exploradas o explotadas en asociación con terceros. Esto podría representar la extinción de pequeñas pero importantes empresas provinciales de energía.
Este artículo, aunque aparentemente suprimido luego de un fuerte cruce con miembros de la OFEPHI y los sindicatos de trabajadores, es una tendencia intervencionita que pretende imponer el proyecto sobre las provincias y, aún suprimido, marcaria una peligrosa tendencia en caso de que la ley se apruebe.
El 3 de Enero del 2007 cuando, el entonces presidente, Néstor Kirchner promulgo la ley 23.197 conocida popularmente como "ley corta”, los patagónicos entendimos que se estaba realizando una fuerte reivindicación a las provincias del sur que, hasta entonces, siempre habían sido vistas por los gobiernos nacionales de turno como el patio trasero del País. Por su experiencia como gobernador de Santa Cruz, Kirchner conocía muy bien el valor de esta ley.
Es importante rescatar que no fue una imposición caprichosa del Kirchnerismo sino que contó con el aval de la mayoría de los bloques políticos que integran este Congreso. En efecto, la ley no hacia otra cosa que reafirmar lo que ya sostenía el artículo 124 de la Constitución Nacional desde el año 1994 en cuanto afirma que "Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio.”
El acceso y la oportunidad de las provincias que supieron hacer un buen uso de las regalías impacto de lleno en un desarrollo económico sin precedentes. Aun cuando venimos denunciando que desde la aprobación del decreto 1277/12 se está afectando atentando contra las finanzas provinciales.
Si el Poder ejecutivo envía este proyecto al Congreso de la Nación los diputados y senadores de la Nación tenemos la obligación de plantarnos frente a este avasallamiento al federalismo y defender los avances que lograron con la ley corta.
Es primordial que los legisladores empecemos a manifestar pública e inmediatamente nuestra postura para empezar a trabajar estratégicamente y conseguir sumar más voluntades. No hay tiempo que perder. Hay que dar la cara y poner las cosas en claro. Basta de verso, basta de jugar a las escondidas.
En mi provincia pondremos en marcha algunas de las mesas invitando a los jóvenes a tomar su lugar en este mecanismo republicano, escribiendo a sus diputados y senadores para solicitar que voten en defensa de la Ley Corta y los intereses de Chubut.
Vamos a poner a disposición los medios para contactarlos y hacerle llegar la voz de los vecinos. Y tenemos que ir más allá, hacerle conocer a todo el país la gravedad de lo que intentan aprobar.
El estado federal y sus provincias no necesitan de este capricho de un gobierno al que se le acaba el tiempo y le sobran frentes de tormenta. La marcha de la economía, el desempleo y la inseguridad parecen ser temas que por el momento, necesitan hoy una respuesta más urgente.
Fuente: Enernews