LA ACELERACIÓN DEL SHALE
Vaca Muerta alcanzó su récord histórico de fracturas
Los pozos de petróleo y gas de la formación neuquina aceleraron como nunca antes luego del conflicto del sector Salud y los piquetes.Vaca Muerta alcanzó las 1079 etapas de fractura en mayo, lo que configura el récord histórico en los campos productores no convencionales en Argentina.
Los datos dan un panorama de una contundente recuperación respecto del mes anterior, abril, signado por el alto nivel de conflicto de los trabajadores de la salud, que habían obstruido con piquetes las vías de acceso a yacimientos por un reclamo salarial.
Durante ese período el registro había caído casi un 70% al llegar a un piso desde agosto del 2020, al precipitarse hasta las 239 punciones en las ramas laterales que caracterizan a los pozos de Vaca Muerta.
Los datos consignados por Luciano Fucello, country manager de NCS Multistage, dan cuenta de una recuperación encabezada sobre todo por YPF, Shell y Vista Oil & Gas.
Por primera vez en toda su historia la formación neuquina alcanza un un registro por encima de las 1000 etapas de fractura en un solo mes.
El récord anterior data de marzo pasado, cuando el registro llegó a 733 etapas de fractura, el indicador que se tiene en cuenta en la industria para establecer los parámetros de producción y actividad en los campos no convencionales.
Se trata de esa instancia determinante en un pozo a través de la cual se producen diminutas grietas en la formación geológica que permiten el surgimiento de gas y shale oil en un pozo previamente perforado.
La mayor actividad registrada en mayo tiene que ver con dos factores esenciales: por un lado, uno de los mejores momentos de la demanda interna de crudo y la veta exportadora que algunas empresas están explorando a partir de la actual coyuntura de precios internacionales. Y en paralelo, la necesidad de las productoras de acelerar en los campos gasíferos.
Muchas de ellas tienen que cumplir con sus compromisos de producción dentro del Plan Gas.Ar, un programa de incentivo a la producción interna, que había tenido un freno abrupto con el conflicto de los autoconvocados de Salud y por el que el país tuvo que sobrellevar una fuerte impacto con un gasto adicional de combustibles líquidos para generación eléctrica.