Se trata de la quinta oportunidad en que la comuna accede al uso de los hornos pirolíticos para este tipo de tareas.
Es algo frecuente que tanto el Juzgado de Roca, como el Tribunal neuquino, soliciten el uso de este horno porque cuenta con una doble cámara: mientras en la primera se realiza la quema de droga, la segunda elimina los gases, logrando emanar a la superficie un vapor no tóxico y sin olor.
La droga que se quemó fue de entre 10 y 12 kilos tras la incautación en los distintos procedimientos en nuestra provincia.