Megajuicio por torturar hasta matar a un preso en la U-9

El Tribunal Oral Federal de Neuquén prepara un megajuicio contra 15 agentes del Servicio Penitenciario Federal, por la muerte de un interno ocurrido en abril de 2008 tras haber sido sometido a torturas. Se dispuso el inicio de las audiencias el 26 de octubre y la finalización para el 26 de noviembre, por las que desfilarán, en jornadas de doble turno, 65 testigos.

En una reciente resolución firmada por los jueces Marcelo Grosso y Alejandro Silva, se dispuso iniciar el juicio oral y público contra los agentes penitenciarios Carlos Alberto Vergara, Orlando Horacio Jhon, Angel Pablo Muñiz, Javier Pelliza, Pablo David Sepúlveda, José Lorenzo Retamal, Juan Carlos Heredia, José Wálter Quintana, Miguel Angel Carrilao, Daniel Ulises Romero, Daniel Ricardo Huenul, Héctor Oscar Ledesma, Mario Humberto Leyría, Gabriel Eduardo Grobli y José Roberto Sosa.
Todos ellos están acusados de los delitos de "imposición de tortura agravada; falsedad ideológica y encubrimiento.

El expediente ingresó al TOF de Neuquén en diciembre del año pasado y una de las premisas de la investigación fue dejar al descubierto que existió una manipulación del informe de la autopsia al cadáver de Pelozo Iturri para ocultar que su deceso había ocurrido tras una sesión de torturas.

Fue en esas circunstancias en que el juez federal Gustavo Villanueva amplió el procesamiento para los integrantes del grupo de requisa y su jefe a la figura de tortura seguida de muerte, y la Cámara de General Roca lo confirmó.

Otros funcionarios de la cárcel y personal médico fueron acusado de “omisión de denunciar” que en realidad la causa de la muerte había ocurrido tras una feroz golpiza, ocurrida el 8 de abril de 2008.

En 2015 la Cámara Nacional de Casación Penal revocó el sobreseimiento del médico del penal a quien se o había exculpado por no haber presenciado los tormentos. Pero ese tribunal entendió que cualquier funcionario penitenciario que es informado de un hecho tal "tiene el deber de informar".
Argentino Pelozo Iturri murió en abril de 2008. Ingresó a la celda de aislamiento a las 10,30 trasladado desde Buenos Aires y tres horas después del traslado a la U9 llegó muerto al Castro Rendón, donde fueron infructuosas las maniobras de resucitación.

Las autoridades penitenciarias se tomaron cinco horas para informarle del hecho al juez federal de entonces, Guillermo Labate.

Villanueva, en su resolución, estableció que “el sumario estaba orientado a ocultar los tormentos sufridos por Pelozo Iturri para eludir responsabilidades, ya sea por acción u omisión”.

El SPF hhabía dado una versión inconsistente sobre el motivo de la muerte del interno, ya que en el sumario se había dictaminado "muerte súbita" por un paro cardíaco, derivado del suministro de un medicamento por su alto grado de excitación.