El fiscal del caso Luciano Garrido se encuentra investigando la muerte de un hombre que sucedió en un calabozo de la comisaría 21, el sábado a la noche. Dos sujetos estaban en la vía pública peleando entre ellos, y a raíz de ello se los detuvo por una contravención. Se los traslado a la Unidad 21 y se los alojó en dos celdas distintas. Uno de ellos, Carlos Salazar, de 25 años, fue encontrado muerto, atado con la manga de su buzo, entre la reja y su cuello.
La familia del joven muerto duda de la versión oficial y cree que ocurrió un homicidio.
De acuerdo con lo informado, Salazar y otro hombre mantuvieron una fuerte pelea callejera, que llevó a la intervención de efectivos policiales.
Ambos fueron llevados detenidos a la Comisaria 21, fichados y derivados cada uno a un calabozo. Pero al poco rato, el cuartelero advirtió que uno de ellos, Salazar, tenía un nudo en su cuello hecho con la manga del buzo que tenía puesto, y sujeto a la reja. Intentaron reanimarlo y los empleados policiales llamaron a la ambulancia.
Pero cuando llegó personal de salud Salazar ya no tenía signos vitales. El fiscal de turno Fernández Jadhe convocó al fiscal de la de la temática especializada.
A raíz de ello el fiscal Garrido se hizo presente en el lugar, convocó a Criminalística y se trabajó en el lugar.
El fiscal ordenó la realización de la autopsia y tomó entrevistas en el lugar. También se secuestraron las cámaras de la comisaría, que serán remitidas a Oitel del Ministerio Público.
La calificación legal provisoria es "muerte dudosa", aunque el fiscal Garrido, con el informe forense en sus manos, habría señalado que el hombre se suicidó.