POLÉMICA POR DOS ACUSADOS SIN "PRISIÓN"

En Fase 1, la orden de una jueza sacó los vecinos a la calle

Se ordenó que los dos acusados por el crimen de un joven de Melipal cumplan prisión domiciliaria. Todos salieron a la calle a protestar porque los rechazaron en Neuquén y Plottier.
viernes, 16 de octubre de 2020 · 21:28

En plena pandemia y Fase 1, por la decisión de una jueza de Garantías; un numeroso grupo de vecinos, primero el jueves a la noche de un barrio de Plottier y al día siguiente en el populoso Melipal de Neuquén, salió a la calle, se enfrentó a la Policía, confrontó con algunos pares y se amontonó, porque no encontraban un lugar donde dos acusados pudieran cumplir con la prisión domiciliaria, dictada por la magistrada, a contramano de lo solicitado por la Fiscalía.  

La prisión preventiva es una medida a la que los jueces deben aplicar de manera excepcional, salvo que tengan fundados motivos que, con el imputado libre, la investigación pueda fracasar. Pero en una sociedad que se muestra ávida –o en la jerga con sed- de Justicia, la prisión domiciliaria aparece como sinónimo de “impunidad”.

Una audiencia de formulación de cargos es la instancia en la que juega la fuerte puja de fiscalía y defensa. La primera, impulsa la investigación y cuando cree tener todos los elementos, acusa. Y, por lo general, pide al juez o jueza de Garantías que imponga la prisión preventiva. La defensa, en cambio, argumenta –como base- la inocencia del imputado o, a lo sumo, que no vaya a una cárcel hasta tener una condena firme. Aplica la máxima “toda persona es inocente hasta que se demuestra lo contrario”.

El dictado de la prisión preventiva no ofrece concesiones en dos casos: delitos de lessa humanidad y femicidios. Y sí, queda a criterio del juez en los abusos sexuales, aún de menores.

En el caso del asesinato de Franco Ezequiel Merluccio, ocurrido este miércoles a la madrugada en la zona de dúplex de Hualcupén y Rayén del barrio Melipal, la jueza de Garantías Ana Malvido contradijo a la fiscal de Homicidios Sandra Ruixo y ordenó que los dos acusados –F.D.C y S.M.L- pasen ocho meses en prisión domiciliaria mientras avance la investigación.

Por lo que se supo extraoficialmente, ya que últimamente el Poder Judicial intenta restringir en cuanto pueda la publicidad de las audiencias-, Malvido afirmó que como ninguno de los imputados tiene antecedentes penales, debía concederse la prisión domiciliaria, en concordancia con lo solicitado por el defensor público Andrés Caferra.

En esa audiencia, que terminó el jueves bien entrada la noche, los acusados –hermanastros- propusieron como domicilio para cumplir la cautelar, el de una tía que vive en el barrio cerrado Los Cerezos 1 de Plottier. Malvido estuvo de acuerdo y ordenó a la Policía un estudio socio-ambiental del lugar. Una vecina de la mujer, sorprendida por la presencia policial, escuchó de qué se trataba y enseguida la noticia corrió entre sus vecinos.

El jueves a la noche, se organizaron frente a la casa y cuando llegaron los dos patrulleros con los nuevos “vecinos”, expresaron su desacuerdo e impidieron que se cumpla con la decisión judicial. Fueron llevados nuevamente a la comisaría de Plottier.

Frente a esa decisión, fue convocada una nueva audiencia en la que la jueza ratificó que no iba a conceder la prisión preventiva, y que los hermanos continúen en la unidad policial a la espera de conseguir un domicilio, posiblemente fuera de Neuquén capital.

Un dato inexacto

Este viernes, en las primeras horas de la tarde, familiares y amigos de Merluccio se concentraron frente a la tira 9 del barrio Melipal. Tenían la intención de echar del barrio a la madre de los acusados y prenderle fuego la vivienda. Tenían el dato, inexacto por cierto, que los acusados estaban en su domicilio por orden judicial. Y otro dato que circuló en las redes o grupos de WhatsApp, que no se pudo confirmar, aseguraba que al menos uno de los imputados sería hijo de un ex policía.

En declaraciones a 24/7 Canal de Noticias, la Coordinadora del departamento Delitos de la zona Oeste, comisario Mónica Torres, dijo que la mujer llamó a la comisaría 21 para pedir auxilio, frente a un grupo de unas 60 personas que le arrojaron todo tipo de elementos contundentes contra la vivienda.

La patrulla que llegó al lugar se vio sobrepasada por lo que requirieron al grupo especial de la Metropolitana, pertrechado con escopetas y gases lacrimógenos.

Mirá la batahola en Melipal:

El grueso del grupo estaba apostado sobre calle Malén, que resistió la embestida policial con piedras y palos. “Se trató de dialogar con ellos pero no entraron en razones”, dijo.

También hubo un conato frente a la comisaría 21 y pasadas las seis de la tarde la situación retornó a la calma. “Ahí pudimos sacar a la mujer para resguardar su integridad física y se dispusieron rondines para que el área de Investigaciones pueda trabajar con tranquilidad”, señaló. Y por último afirmó que los acusados “no estaban en la casa”.

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