HISTORIAS DE LA VIDA REAL

Un niño sin escuela y con revólver, y una fuga imposible

Breve crónica de por dónde pasa la realidad del abandono escolar y el desamparo social argentino.
miércoles, 29 de diciembre de 2021 · 10:13

A los 12 años, se tenía la costumbre, a esta altura del año, de asumir que uno había terminado la escuela primaria, que comenzaría la secundaria. Los huesos se estiraban y la ropa quedaba chica y la obsesión por las chicas o chicos empezaba, a la par de los deseos urgentes y las noches calurosas.

Pero los tiempos han cambiado. Los niños suelen estar abandonados a esa edad, sin amparo, sin contención. Y hacer cosas como las que se vivieron ayer en Bernal, partido de Quilmes, cuando una partida policial persiguió y detuvo a cuatro "delincuentes": uno de 12 años, otro de 16, y dos, más grandecitos, de 17. Tres chicos y una chica. Y un revolver calibre 32.

La banda en edad escolar asaltó a un hombre que conducía un Citroën C3. Un auto, dentro de los medianos, de la gama de los caros. Fue en la Avenida Lamadrid. Los pibes mostraron el arma, actuaron velozmente, dejaron al despojado y salieron acelerando a fondo. El tipo, robado y atónito, se percató que todavía tenía el celular y llamó a la policía. Los agentes del extraño orden argentino empezaron a buscar, y en Lebenshohn y Ascasubi, ubicaron el auto con los jóvenes ladrones dentro.

Ahí empezó una persecución de esas que abundan en las películas berretas, magnificadas por drones y efectos digitales. Duró pocos minutos, y 20 cuadras. En San Martín y Vieytes, el Citroën chocó una de las ruedas delanteras contra el cordón de la vereda. El auto derrapó y el motor se detuvo. Los policías se abalanzaron esgrimiendo armas y gritos. El chico y la chica de 17 años levantaron las manos, también como en las películas. El de 12 y el de 16 salieron corriendo sin obedecer a nadie.

Los atraparon en la plaza de Otamendi y Vieytes, a una cuadra de donde se había iniciado la desesperada fuga. El de 16 dejó caer el revolver calibre 32, largo, marca Doberman, que tenía solo dos balas en el cargador, y que no había sido ni fue disparado.

La justicia del Fuero de Responsabilidad Juvenil 2 del Departamento Judicial de Quilmes, avaló lo actuado, sin emitir calificativos. Inició una causa por “robo calificado por el uso de arma apta para el disparo”, en la que quedaron acusados los tres adolescentes. El más chico, el de 12 años, no es imputable, según la ley. Dudosamente vaya a la escuela en marzo. Posiblemente vuelva a las andadas. Porque no son travesuras las de estos chicos, sino, en todo caso, la protagonización de un drama no escrito pero sí actuado, en este doliente país llamado Argentina.


 

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