La fiscal federal de Neuquén, Cristina Beute, solicitó la elevación a juicio de los siete integrantes de una banda dedicada al narcomenudeo que integraban cuatro policías de la provincia en actividad y un policía echado como líder. La actividad de la banda quedó al descubierto en diciembre de 2020 cuando se realizaron 17 allanamientos simultáneos que permitieron la detención de la mayoría de los sospechosos.
La organización narco-criminal era liderada por el ex policía Omar “Turco” Asef (sospechado, además, de haber cometido un femicidio) a quien respondían el comisario Miguel Ángel Muñoz, el oficial principal Pablo Ángel García Saldías, el oficial principal Christian Damián Navarro y el sargento Gustavo Samuel Ortega, según se reveló en la página de fiscales.gob.ar.
El pasado lunes, la fiscal Beute y el titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad, Diego Iglesias, le solicitaron al juez Gustavo Villanueva la elevación a juicio de los siete integrantes de la organización liderada por un ex policía y de cuatro policías provinciales en actividad, que colaboraban con el tráfico de estupefacientes.
En su dictamen, los fiscales indicaron que los imputados deberán responder en calidad de “coautores de los delitos de tráfico ilícito de sustancias estupefacientes, en las modalidades de comercialización y tenencia con fines de comercialización, agravadas por haber intervenido en los hechos tres o más personas organizadas para cometerlos y por haber sido cometidos por funcionarios públicos”.
La banda narcocriminal
La organización fue desbaratada en diciembre del año pasado. Estaba dirigida por el ex policía Asef apodado “El Turco”, quien se desempeñó en el pasado en la Policía de la Provincia del Neuquén. Según la fiscalía, la banda, que funcionó al menos entre el 24 de junio de 2019 y el 3 diciembre de 2020, se dedicaba fundamentalmente a la comercialización de sustancias estupefacientes –principalmente clorhidrato de cocaína-, mediante la instalación de diversos puntos de venta en la zona sur de la ciudad de Neuquén.
Según la acusación, la banda contaba con la participación de cuatro policías, quienes informaban sobre procedimientos, proveían de drogas y armas secuestradas en otras pesquisas, e incluso impulsaban allanamientos fraudulentos en puntos de ventas de la “competencia”.
Además, la y el fiscal detallaron que la labor de los policías era la de informar sobre procedimientos, los proveían de drogas y armas secuestradas en otras pesquisas, e incluso impulsaban allanamientos fraudulentos en puntos de ventas de la “competencia” a pedido del líder de la banda. Por esa tarea, los cuatro agentes que prestaban funciones en la Dirección Antinarcóticos, la Comisaría 18, la Comisaría 3 y el Departamento de Delitos Contra la propiedad, recibían un “salario” semanal, que provenía de lo recaudado por la comercialización de los estupefacientes.
La investigación