El fiscal analizó la secuencia de muerte de Facundo Castillo

A pedido de la fiscalía, esta mañana se desarrolló una inspección ocular en el lugar donde Facundo Castillo fue arrollado por la lujosa camioneta BMW X1 que conducía Ramiro Gutiérrez. El joven neuquino murió como consecuencia de las graves heridas producidas y el roquense se encuentra detenido esperando la realización del juicio.

Aunque en un primer momento trascendió que se trataba de una reconstrucción del hecho, el área de prensa del Ministerio Público explicó que se trató de una diligencia pedida por el fiscal Martín Pezzetta para incorporar a la causa algunos detalles aportados por los testigos.
Es que la muerte de Castillo tiene algunas particularidades y desde la querella se pretende tener la mayor cantidad de datos posibles a la hora de sustentar la acusación contra Gutiérrez. Pezzeta, quien está a cargo de la causa, convocó a varios testigos al lugar para que pudieran ilustrar sus declaraciones al tratarse de un hecho que no tiene las características de un homicidio habitual ya que participó un vehículo y se hizo necesaria la ampliación de los testimonios.  

En el lugar se tomaron fotografías que permitirán al fiscal saber con mayor precisión la mecánica y la secuencia en la que la camioneta BMW que conducía Ramiro Gutiérrez, único acusado por el homicidio de Facundo Castillo, le causó heridas que provocaron su muerte.

De la diligencia participaron todas las partes vinculadas al proceso y además el representante del Ministerio Público solicitó la presencia de peritos del Gabinete de Criminalística quienes confeccionaron croquis que serán incorporados a la investigación.

Al lugar no pudieron trasladar la camioneta BMW X1 que manejaba Gutiérrez, porque se encuentra en Mendoza, a donde fue trasladada a una agencia de la marca donde le realizaran la apertura del GPS que permita establecer con certeza el  comportamiento del conductor al momento de arrollar a Castillo, como también si impactó de frente y luego hizo marcha atrás para pasarle nuevamente con las ruedas por encima, como describieron algunos testigos.

Los especialistas de la marca también deberán especificar si el vehículo fue reparado antes de ser secuestrado. Hay que recordar que a simple vista, cuando encontraron la camioneta a más de 36 horas del hecho, tenía roto un espejo retrovisor y la escobilla de la luneta trasera y no tenía rastros visibles de algún impacto en la carrocería o los paragolpes.

En cuanto a la situación del acusado, luego de que la Justicia le mantuviera la prisión preventiva por riesgo procesal y le negara la prisión domiciliaria, por el riesgo de fuga, Gutiérrez permanece en un calabozo de la Comisaría 4° de Cipolletti, el mismo lugar donde quedó detenido tras entregarse dos días después de matar a Castillo a la salida de una fiesta, el pasado 19 de diciembre sobre la calle Julio Dante Salto.