Este fin de semana, la localidad de General Rodríguez en la Provincia de Buenos Aires presenció un hecho de película. Cinco hombres armados y con chalecos antibalas ingresaron a una fábrica de piletas fingiendo un allanamiento, allí secuestraron al hijo del dueño y comenzaron el robo de medio millón de pesos.
Fue este sábado cuando los delincuentes ingresaron a la fuerza e irrumpieron la tranquila jornada de la empresa de piletas Ecopool. Bajo gritos amenazando que estaban realizando un allanamiento y con armas de fuego en mano, redujeron a los presentes y le robaron $500.000 al dueño.
Sin embargo, no satisfechos, los delincuentes ataron y obligaron a Ariel -el hijo del dueño- a subirse a la camioneta donde escaparon. Fue así cómo lo obligaron a decirles dónde vivía la familia para ir a robar más dinero.
Después de conseguir $300.000 más, lo ataron de manos con unos precintos y escaparon hacia la ruta 6 en dirección a Cañuelas. A partir de ese momento, personal de la Comisaría Segunda y de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) iniciaron la búsqueda de los delincuentes.
Gracias a las cámaras de seguridad, la Policía Bonaerense identificó que el vehículo con el que se escaparon estaba en Ezeiza, a más de 60 kilómetros del lugar.
Luego, en medio de la persecución, descartaron el auto con la víctima adentro en las calles Rosario y Lasalle. De este modo continuaron con la fuga amenazando al dueño de una camioneta Chevrolet S10, y siguieron hasta la intersección de las calles Juan de Garay y Lima, de la localidad de Carlos Spegazzini.
Allí fue donde chocaron contra un patrullero e impactaron contra una casa, donde tres de ellos fueron detenidos. Sin embargo, dos de ellos aún continúan prófugos y son buscados por la Justicia.
Los efectivos de la policía les secuestraron una pistola calibre 9 milímetros, un cargador, 10 municiones, dos revólveres calibre 38, un chaleco antibalas, una mochila con 550 dólares y $1.200.000. Además recuperaron celulares y guantes de látex.
El hecho quedó a cargo de la fiscal Gabriela Urrutia, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°10 de General Rodríguez y fue caratulado como "privación ilegal de la libertad y robo calificado".