A medida que avanza la investigación por el incendio en una casa usurpada del barrio San Lorenzo de Cipolletti, queda al descubierto una escena macabra: dos hombres fueron brutalmente apuñalados y luego quemados en un intento por borrar las huellas del crimen. La autopsia confirmó que ambos fueron atacados con un arma blanca antes de que prendieran fuego la vivienda. El móvil sería una discusión vinculada al consumo de sustancias. Las víctimas estaban en situación de calle.
Aunque aún la Justicia no confirmó la identidad de la persona hallada calcinada en la cocina de la casa de Río Gallegos al 1.600, y se espera la confirmación tras la comparación de ADN que se realizará en Bariloche, todo indica que es Aníbal Cuerda, un hombre de 54 años con serios problemas de consumo que lo llevó a separarse de su familia. La otra víctima es Juan Pablo Davies, los bomberos lo encontraron tirado en el patio con el 95% del cuerpo quemado. Murió horas después en el hospital. Ambos fueron apuñalados antes de que se desate el incendio.
El hecho ocurrió por la tarde, en una casa usurpada que funcionaba de aguantadero. Quienes pernoctaban allí debían pagar un alquiler informal. Cuando los bomberos y la Policía llegaron al lugar, el fuego ya había devorado gran parte de la casa. En medio del caos, vieron salir a dos personas que quedaron demoradas de inmediato. Lo que parecía un siniestro más, pronto se convirtió en una escena de crimen.
En un primer momento, la Policía logró identificar a un joven conocido en el ambiente marginal, que frecuenta distintos sectores del barrio Pichi Nahuel. Las primeras sospechas apuntaron hacia él. Luego el relevamiento de las cámaras de seguridad que realizó la Brigada de Investigaciones, permitió identificar a varias personas que habrían estado vinculadas al hecho. Por estas horas es una certeza que el fuego fue intencional, iniciado para desaparecer pruebas.
El móvil del ataque sería una discusión por consumo de sustancias. Cuerda alquilaba habitaciones de manera informal a personas en situación de calle. Davies era uno de ellos. Ambos compartían una vida marcada por la vulnerabilidad, las adicciones y la búsqueda de refugio.