Un auto con pedido de secuestro activo en Neuquén fue encontrado abandonado en el oeste de Roca y sin un solo testigo que diga cómo llegó hasta ahí. Como si el Ford Focus se hubiera materializado de la nada, apareció estacionado desde hace dos días sobre calle El Halcón, entre Aníbal Troilo y Libertad, en una zona donde nadie mira para otro lado… pero esta vez, al parecer, todos lo hicieron.
El Ford Focus tenía un pedido de secuestro vigente desde octubre de 2024, cuando fue denunciado como robado del otro lado del puente. Pasaron casi nueve meses hasta que volvió a aparecer. Y lo hizo en silencio, sin ocupantes, sin movimientos raros, sin cámaras que lo capten. Lo único que sí llamó la atención fue su abandono sospechoso en un sector habitualmente tranquilo.
El hallazgo lo hizo personal de la Subcomisaría 69°, que acudió tras el llamado de algunos vecinos. Dijeron que el auto estaba ahí desde hacía al menos 48 horas. No sabían de quién era, ni vieron quién lo dejó. Solo coincidieron en algo: nunca lo habían visto antes.
Cuando la Policía cargó los datos en el sistema, saltó la alerta: tenía pedido de secuestro por robo en Neuquén capital. Acto seguido, se comunicaron con la fiscalía de turno y procedieron a secuestrar el vehículo. Ahora, la causa quedó en manos del Ministerio Público Fiscal, que intentará reconstruir cómo fue que ese auto cruzó de provincia, burló los controles y terminó abandonado como si nada.
Regionalización del delito: otro caso que cruza el puente
Este episodio vuelve a dejar en evidencia lo que los investigadores repiten en voz baja y cada vez con más preocupación: los delitos ya no tienen fronteras. La regionalización avanza a paso firme y los autos robados en Neuquén aparecen en Roca, Allen o Cipollett o biceversa, en una maniobra que sirve para “enfriarlos”, como se conoce en la jerga. Los tienene disponibles para usarlos en golpes y luego abandonarlos o desarmarlos.
El modus operandi es conocido: roban vehículos en cualquier ciudad del Alto Valle, los esconden por unos días o los dejan abandonados tras algún robo. En este caso, el Ford Focus fue dejado en plena vía pública, a la espera de que alguien venga a buscarlo o, quizás, simplemente para despistar.
Ahora será tarea de la fiscalía establecer responsabilidades. No hay testigos, no hay cámaras, no hay dueño reclamándolo. Solo hay un auto robado, un barrio confundido y una investigación que apenas empieza.
Mientras tanto, el puente que une Neuquén y Roca sigue funcionando también como corredor del delito. Y eso, a esta altura, ya no debería sorprender a nadie.