La investigación del crimen de Julián Dobra sumó un nuevo capítulo: la justicia formuló cargos contra el último detenido, un menor de edad, entregado ayer por su madre en el barrio Fiske Menuco. Lo imputador por "homicidio simple agravado por el uso de arma en calidad de partícipe primario". Los fiscales avanzaron con la acusación luego de analizar fotos y videos de redes sociales y los teléfonos de los otros imputados, donde aparece manipulando armas dentro del Suzuki Fun rojo de la víctima, vehículo que los sospechosos usaron por semanas hasta incendiarlo.
El menor fue detenido el miércoles y, durante la audiencia presidida por el juez de Garantías Julio Martínez Vivot, se presentó un cúmulo de pruebas que, según la fiscalía, no dejó lugar a dudas sobre su participación. Entre ellas, imágenes obtenidas de los teléfonos de los demás imputados y del propio menor, que mostraban cómo recorrían la ciudad con el auto de Julián y se tomaban fotos mientras manipulaban armas de fuego. En una de esas, este nuevo imputado aparece con un revolver calibre 22, que coincide con el arma utilizada para dispararle dos veces en la cabeza a Dobra. Aunque sólo uno de esos proyectiles ingresó al cráneo.
Según el fiscal del caso Marcelo Ramos y la jefa de fiscales, Belén Calarco, el menor forma parte del mismo grupo de jóvenes que ya se encuentran imputados por el crimen. "No quedan dudas de que estuvo en el auto con los demás menores mientras Julián estaba desaparecido", afirmó Oscar Pineda, abogado del padre de la víctima. Al mismo tiempo, la representante del Ministerio Público aclaró que no se descarta la participación de otras personas ni que aparezcan nuevas pruebas o testigos.
La gravedad del hecho se combina con la cautela que exige la ley para los imputados menores de edad. Por eso, la Justicia restringió la posibilidad de que la prensa muestre fotos de su rostro o divulgue su nombre. El joven permanecerá en prisión domiciliaria con pulsera electrónica, medida que busca proteger su identidad sin interferir con el avance de la investigación.
El caso de Julián Dobra no solo dejó al descubierto un homicidio brutal, sino también un patrón inquietante: los detenidos no solo se aprovecharon del auto de la víctima tras su muerte, sino que compartieron en redes sociales imágenes que ahora se convirtieron en prueba clave. La autopsia reveló que Julián agonizó entre 48 y 72 horas antes de su muerte, inmovilizado y encerrado en un espacio reducido dentro del vehículo, lo que confirma la extrema violencia del crimen y la planificación del ataque. Con esta información se puede suponer que utilizaron el Suzuki Fun rojo mientras el cuerpo de la víctima permanecía en el baúl.
Ya son tres los menores vinculados al crimen de Dobra. Todos son conocidos en ambientes marginales, en los que ellos mismos sacaban chapa de "no tener miedo" y "estar dispuesto a todo", por lo que se ofrecían para cobrar deudas provenientes del negocio narco u otro tipo de delito. La Justicia ahora deberá avanzar para determinar si fueron ellos los que asesinaron al joven de 32 años, o fueron contradados para deshacerse del cuerpo y del vehículo luego del crimen.