Los mismos se llevaron a cabo en boliches bailables y en confiterías, arrojando como resultado tres clausuras por distintas situaciones.
En este caso la confitería y restaurante Bora Bora fue clausurada por qué no cumplía con lo que indicaba la habilitación comercial ya que funcionaba como boliche bailable.
Otro de los casos fue el comercio Euforia, comercio que tenía una habilitación para 120 personas autorizadas y al momento de la inspección había 300 personas. Por su parte el restaurante Cherry fue clausurado por falta de higiene.
También la sub secretaría de Fiscalización Externa realizó distintas infracciones, en total ocho, a viviendas particulares en la que había expendio de alcohol. En este caso no se pudo allanar los domicilios dado que para poder llevarlo a cabo se necesita la autorización de la justicia.