El Defensor del Pueblo tiene como función acompañar a los vecinos en sus reclamos, haciendo de nexo entre ellos y el poder político. Ese vínculo es el que posibilita el cabal cumplimiento de sus funciones. También su aproximación a las organizaciones de la sociedad civil.
Juan José Dutto, ex Defensor del Pueblo, señaló respecto al aniversario de este ente "en mis años como Defensor del Pueblo, además de cumplir con dicha función, convertí a la Defensoría en un espacio para el funcionamiento de distintas organizaciones, algunas ya consolidadas y otras en formación”.
Los vecinos además de concurrir al organismo a presentar sus quejas, se encontraban con un espacio de contención, en el que podían compartir sus experiencias y problemáticas con otras personas.
También generé espacios de información y discusión sobre temas vinculados al medio ambiente, la salud, el recurso agua, entre otros, a través de jornadas y encuentros de los que participaron personalidades destacadas del ámbito local, nacional e internacional.
Obviamente, todo ello fue posible gracias a que encontré una institución con bases firmes y con un equipo de probada calidad profesional y humana, que puso en funcionamiento la primera Defensora del Pueblo, Blanca Tirachini.
Para una institución de las características de la Defensoría del Pueblo, 16 años no es mucho tiempo, pero si el suficiente para fijar lineamientos y políticas institucionales que garanticen su debido funcionamiento, de lo contrario este tipo de organismos se convierten en una oficina más del Estado, donde la burocracia y la formalidad ganan terreno al compromiso y a la creatividad. Por eso, considero que la Defensoría del Pueblo debe seguir transitando el camino que marcaron quienes desde sus comienzos la forjaron como institución, acompañando a los vecinos, manteniendo fluidos nexos con las autoridades municipales y generando espacios para que las distintas organizaciones sociales se acerquen a ella.