El sábado pasado el barrio Bella Vista de Centenario se manchó de sangre. Precisamente del cuello de una nena de 13 años que recibió un disparo que no era para ella. Se trató de dos hombres que desde una moto intentaron ajustar cuentas con su hermano de tan solo 14. Desde entonces, la adolescente pelea por su vida. Fue operada en el hospital Natalio Burd y permanece internada en terapia intensiva. Su estado sigue siendo delicado.
La investigación, sin embargo, dio un giro clave esta semana: la policía realizó seis allanamientos simultáneos y encontró un arma que podría ser la usada en el ataque. El problema se mantiene vigente ya que los dos hombres señalados como presuntos autores del hecho-Emanuel Levi y Tomi Aguirre, de 18 y 20 años- no estaban en el lugar a la hora de las diligencias.
La situación se agrava cuando se conoce el prontuario de ambos delincuentes: con antecedentes e intervención de la Justicia, que una vez más los dejó libres. Mientras Centenario llora la tragedia, los dos malvivientes se pasean libres esperando un mejor destino.
La pista más fuerte hasta ahora
Los operativos se llevaron adelante este miércoles 16 de julio en distintas zonas de Centenario: el Sector de Toma, barrio Bella Vista y Vista Hermosa. Participaron efectivos de la Oficina de Investigaciones Periferia II, junto a las comisarías 5°, 52°, 49° y UESPO.
El resultado fue contundente:
“Secuestramos un revólver calibre 32, una pistola negra, once cartuchos calibre 32 y uno calibre 22”, detalló el comisario inspector Marcos Mazzone.
“Una de las armas tiene características similares a la utilizada en el ataque a la menor. Ahora será analizada por peritos”.
La bala fue por un conflicto previo
Según las primeras versiones, los agresores estaban enemistados con el hermano de la víctima, y la balacera fue una especie de represalia. “Es confuso, pero hubo conflictos anteriores. Lo cierto es que la nena quedó en el medio”, expresó Mazzone.
Ya se libraron órdenes de captura y las fuerzas trabajan en distintos puntos para dar con los prófugos.
“Ante la gravedad del hecho, los sujetos huyeron. Sabemos que están buscando refugio, pero confiamos en su pronta detención. El trabajo de la brigada fue clave para identificar a los responsables”, aseguró el comisario.
Mientras la investigación avanza, en Bella Vista todo sigue en vilo. La vereda donde jugaban los hermanos ya no es la misma. La niña sigue grave. El arma apareció. El gatillo también. Pero los dedos que apretaron el disparador, no.
Los nombres están. Las pruebas se suman.
Y la ciudad espera justicia.