CENTENARES DE MENSAJES INTIMIDANTES

¿Hay pocas pruebas para imputar al acosador cibernético?

Durante el "escrache" al acusado de acosar a ex compañeras de colegio, se difundieron centenares de mensajes de alto contenido sexual, con amenazas de muerte.
miércoles, 25 de abril de 2018 · 13:53

Después de casi cinco años de recibir mensajes insinuantes –algunos-, intimidantes –los más-, las mujeres que denunciaron ser víctimas del acosador cibernético le pusieron nombre y apellido a quien las contactó desde 15 perfiles falsos. Muchas de ellas lo cruzaban por la calle del vecindario sin saber que estaban saludando a su verdugo. Aunque parezca mentira, algunas se dieron cuenta quién era los últimos días de la semana pasada.

Fueron hasta su casa,  le destrozaron el auto y se dieron el gusto de verlo salir detenido por la Policía al menos por un rato. Claro, si la Justicia no lo ordenó en la malograda causa por presunto acoso sexual y amenazas, los uniformados sólo pudieron hacer que pase la noche fuera de la casa para que la manifestación se disipe.

Pero es interesante conocer los comienzos de la historia. El presunto acosador hoy tiene 33 años. Hizo la escuela primaria en la 107 –de Pinamar y Ruta 22- y la secundaria en la EPET 7.

Del primer período escolar escogió a un grupo de sus ex compañeras a quienes comenzó a enviarles pedidos de amistad hace unos 5 años, desde un perfil sin identidad cierta. Es más, dicen que llegó a tener 15 perfiles de facebook con nombres de fantasía.

“En los primeros mensajes hacía referencia a generalidades, pero al tiempo comenzamos a recibir insinuaciones sexuales irreproducibles, algunas veces con fotos pornográficas, que iban acompañadas de amenazas de muerte. Y a ello le agregó que se metió también con nuestras hijas de las que también decía que eran de su apetencia sexual”, comentaron mientras se preparaban para “escrachar” la casa del presunto acosador, en Picún Leufú al 135 del barrio Huilliches.

Una mujer identificada como “Maia” mostró una pila de papeles con impresiones de captura de pantalla de los mensajes que recibió por el chat. -¿Qué hiciste con toda esta documentación?, se le preguntó. –Primero fui a la comisaría a hacer la denuncia. Me dijeron que mejor vaya a las fiscalías en la calle Leloir. Fui, me derivaron a la fiscalía del Doctor (Gustavo) Mastracci, le mostré todos estos papeles y me dijo que no eran prueba suficiente-, respondió. Ante ello, admitió tener miedo.

"Nos mandaba mensajes a las 2 de la madrugada, a las 5 de la mañana o a las 2 de la tarde. ¿En qué momento trabajaba este hijo de puta", se preguntó indignada una mujer.

“Si la Policía o la Justicia no hacen nada, no nos queda otra que venir y escracharlo. Todo el mundo debe saber quién es y qué hace este tipo”, señaló una joven integrante de un grupo feminista que fue a apoyar la protesta. “Si para la Justicia lo que llevamos no es prueba, ¿qué esperan, que aparezcamos violadas y muertas en un zanjón?, agregó.

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