Una de las actividades que más sintió el efecto de la pandemia es la turística. Fueron meses largos donde se veía con dificultad volver a trabajar. Esta mañana el intendente de San Antonio Oeste, Adrian Casadei analizó junto a las cámaras empresarias la realización de la próxima temporada veraniega, con pautas y protocolos sanitarios por la pandemia.
La decisión contemplaría permitir el ingreso de no residentes que acrediten ser propietarios de inmuebles en la ciudad. Casadei consideró que generará “una pequeña pero importante reactivación económica, no solo en la villa sino en el todo el ejido municipal porque estos ingresantes comenzaran a poner en condiciones sus comercios, locales y complejos generando mano de obra local, y consumiendo en comercios, y todo tipo de insumos”.
Casadei explicó que se debe pensar en una temporada estival distinta a todas las conocidas, por el coronavirus. Si bien se presume que el movimiento laboral será menor al habitual, la posibilidad de realizar la temporada trae algo de alivio dado que desde que se desató la pandemia, a mediados de marzo, la actividad turística se encuentra paralizada.
Hay un cúmulo de medidas que se evalúan implementar para la apertura del próximo período vacacional. Actividades como la gastronómica, alojamiento, comercios y el resto de los servicios deberán trabajar con protocolos sanitarios aprobados.
Desde la Cámara de comercio ya iniciaron rondas de consulta con los referentes de cada sector para avanzar en este sentido. Pero además el escenario extraordinario de la pandemia plantea evitar las aglomeraciones y favorece el distanciamiento social.
De allí que en el municipio avanzarán en promocionar playas menos visitadas, mientras que en la zona comercial donde suelen concentrarse multitudes, plantean nuevos sectores peatonales y descentralizar las habituales atracciones.
También se ordenaría el ingreso al balneario. El acceso sur, que parte de la ruta nacional 3, estaría reservado para el turismo. Mientras que el norte, cercano a San Antonio y donde se encuentra el puesto del “operativo cerrojo”, estaría destinado a la logística, descarga y transferencia de mercaderías.
En cuanto lo sanitario, se evalúa un mecanismo para que los visitantes certifiquen su buen estado de salud. Por lo pronto se aseguró que habrá dos ambulancias para asistir a posibles contagios, y dos hoteles para la internación de pacientes en San Antonio Oeste, donde uno funciona como anexo para contención de casos positivo.
Respecto de la Fiesta del Golfo Azul que se hace cada año durante febrero, Casadei consideró que lo ve “muy difícil de realizar”