DOBLE ABANDONO

Dramático: Adoptan chicos, pero después los devuelven

Esta realidad se da tanto a nivel nacional como en Neuquén. Sobre todo, en casos de hermanos o adolescentes.
sábado, 26 de septiembre de 2020 · 18:00

La adopción es una de las piezas, de un largo proceso, donde no alcanza con las ganas y el amor; requiere de mucha paciencia y una gran dosis de humanidad. Fundamentalmente, generosidad para entender que, en el interés por resolver la situación, el acento está puesto en el niño o el adolescente, y no en los adultos que buscan ser padres a través de la adopción. Reponerse del abandono de los padres ya es un golpe durísimo que deja huellas toda la vida. Superar, además, una segunda instancia de abandono es letal.

Aunque suene cruel, la realidad que preocupa y viene advirtiéndose hace varios años años, es que muchos niños, niñas y adolescentes que ingresan en el proceso de adopción, al poco tiempo, son “devueltos”. Es difícil acceder a las estadísticas que dejen en evidencia este fenómeno, pero es un tema recurrente en los juzgados de Familia, en las Defensorías y también en ámbitos específicos, como los Consejos de Niñez y Familia. Es un tema que preocupa y ocupa, porque con los años, se pudo ir definiendo un perfil de este segundo abandono. “Suele darse en casos donde son varios hermanitos para adoptar o en adolescentes, atravesados por historias dramáticas de abuso, de violencia, donde la convivencia y la adaptación es más difícil”, explicó a este diario una fuente de la Defensoría de Niñez y Adolescencia de Neuquén.

Mejorinformado.com consultó al respecto a Gisela Maxuell, la directora del RUA (Registro Único de Adopción), organismo que depende del Tribunal Superior de Justicia y funciona como un nexo entre los jueces, a la hora de definir las guardas y las adopciones.

 

Durante muchos años las críticas eran recurrentes por las demoras en el proceso de adopción en Neuquén. ¿Con el RUA mejoró el funcionamiento?

Gisela Maxuell: En primer lugar, es preciso volver sobre el principio que rige la materia y que reza que la adopción será una herramienta, no la única a la que se puede recurrir judicialmente ante la declaración de adoptabilidad de un Niño, Niña y Adolescente (NNyA). Vale la aclaración en el sentido de que cuando hablemos de retardo en los procesos de adopción, el análisis lo hacemos velando por el interés superior de esos NNyA y no de los adultos que desean ser padres por la vía adoptiva.

Es fundamental la interpretación en tal sentido de dicho paradigma, pues lo contrario, habilita al inadecuado análisis de la demora del tiempo basado en el interés de los adultos en espera.

El principio rector que nos ordena toda la normativa vigente en materia de niñez consiste en que su derecho es el de crecer y desarrollarse en el seno de una familia que en primer término será la de origen. En su defecto, es decir cuando ello no sea posible se procederá a merituar otra solución o recurrir a incluir al NNyA con una familia adoptiva.

Guardando relación con la respuesta brindada anteriormente se deberá trabajar con la familia de origen, fortaleciéndola en sus capacidades parentales a fines de revertir las causas. Para ello se deben respetar los lapsos previstos, en cuyo marco se le deberán brindar las herramientas mediante los programas sociales respectivos. Si ello no se cumple bajo las medidas correspondientes y en los plazos previstos retrasa la declaración de adoptabilidad. Oportunidad a partir de la cual recién se interviene el organismo. Es decir, una vez que la sentencia judicial está firme –no revisable por instancia superior alguna- de declaración de adoptabilidad y por la cual se nos requiere la remisión de terna de legajos.

Con lo cual la intervención del RUA en todo el proceso puede situarse en la última instancia y no es el organismo resorte de decisiones o acciones que no se dieron en los plazos administrativos y judiciales esperables. 

La gestión del RUA ante el caso concreto se inicia con un abordaje interdisciplinario especializado. Esta particularidad permite una dedicación exclusiva al análisis y abordaje de la causa desde la elaboración de perfil biopsicosocial del NNyA de que se trate, hasta la búsqueda de la compatibilidad parental adoptiva en los posibles aspirantes. La dedicación al acompañamiento desde el inicio de la vinculación guarda y posterior proceso de adopción. Esto permite develar que el trabajo de remisión de legajo ante el pedido judicial no es automático pues actuar en ese sentido implicaría no considerar la diversidad de aquellos NNyA que nos ocupa y dejar de lado cada singularidad que a cada situación caracteriza.

 

¿Cuáles son los pasos para adoptar? ¿Cuáles son las limitaciones?

G.M.: Los pasos para adoptar en primer lugar es pensar responsablemente el proyecto adoptivo, si fuera posible con el sostenimiento de espacio terapéuticos particulares. Ello a los fines de decidir como adultos responsablemente, en tanto lo amerita, la complejidad propia de las capacidades parentales y más aún, cuando las trasladamos al ámbito de la adopción.

Desde el ámbito propiamente administrativo y pensando en la posibilidad de brindarse como posible familia, debe inscribirse ante el RUA. La misma se lleva a cabo en tres oportunidades al año (abril, agosto y diciembre) vía web en la página www.jusneuquen.gov.ar. En general se realizan del 1 al 10 de cada uno de los meses indicados. El proceso se completa con el envío vía mail al correo oficial ruanqn@jusneuquen.gov.ar de la documentación respaldatoria de la información en la inscripción brindadas. 

Posteriormente se realizará el proceso de evaluación de capacidades parentales de los aspirantes (en esta oportunidad por COVID 19 suspendidas) que se concreta con profesionales psicólogas, asistentes sociales y médica del RUA. Con informes favorables se dicta una resolución por la Dirección, de encontrarse la familia inscripta como definitiva aspirante.

Las limitaciones que pueden existir consisten, desde el ámbito administrativo no contar con domicilio en la provincia, contar con antecedentes penales nacionales, estar inscriptos en los programas sociales del Ministerio de Desarrollo Social de cuidados de NNyA por su incompatibilidad con el instituto. Desde el ámbito interdisciplinario no contar con informes pisco-sociales médicos favorables; lo que impedirá ser considerados como posible familia adoptiva y por tanto como inscriptos ante el organismo.

 

En el caso de niños en Hogares, ¿el proceso es el mismo?

G.M.: Los NNyA cuyas situaciones se encuentran enmarcados en las medidas excepcionales que han implicado el apartamiento de sus familias de origen y por tanto incorporados en dispositivos del Ministerio de Desarrollo Social por indicación de los jueces que intervienen en las causas sea en Hogares o familias sustitutas, el proceso es el mismo.

Lo que varía allí es el programa en que ha sido incorporado, que generalmente se realiza de acuerdo, a la edad y característica de la situación que se trate, sin obviar las posibilidades reales con que se dispone desde el estado en dicha oportunidad.

 

Hay un fenómeno que se viene detectando a nivel país, en el proceso de adopción, que es el caso de los menores que inician el proceso con una familia y luego son devueltos. ¿Por qué ocurre ese “doble abandono”?

G.M.: Este interrogante tiene ver con varias causas. Entre ellas la ausencia de duelos por parte de adultos, de no lograr ser padres de hijos biológicos y el trabajo de elaboración interna que consecuentemente los lleve a afrontar responsablemente la adopción, no desde un hijo ideal si no de NNyA reales. Es decir, con franjas etarias de niños y niñas que superan los 6 años y adolescentes que alcanzan los 16 y 17 años, que se presentan como grupos de hasta 4 y 5 hermanos y algunos casos de NNYA con discapacidad. Cuando las vinculaciones se frustran por decisiones de los adultos en general las causas son esas.

En otras situaciones son los NNyA los que no se encuentran preparados para ser incorporados a una nueva familia y a ello se debe en primer lugar la ausencia de certezas sobre su situación como así también el trabajo interdisciplinario para una saludable y posible inserción.

 

¿En este sentido, cuál es la situación en Neuquén?

G.M.: En Neuquén la situación si bien no arroja un número estadísticamente alto, el mismo es de una a dos situaciones anuales. En esos casos, se agotan todas las medidas y herramientas posibles e implica un repensar interinstitucional de las prácticas y abordajes de estilo a fines de lograr la mejor solución por el NNYA que nos ocupa.

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