FIN AL MISTERIO DE LA RINCONADA
El origen del fuego subterráneo tenía cuatro patas
El dueño del campo habló con www.mejorinformado.com y puso fin a las hipótesis sobre el extraño fenómeno que se viralizó en las redes.Un par de videos de fuego saliendo de la tierra, humo y una pala extrayendo carbón encendido en un campo de La Rinconada, cercano 30 kilómetros de Junín de los Andes, fue motivo de debate y opinión en las redes durante días.
Desde conexiones con el Volcán Lanín, quema de pastizales, turba encendida por efectos de la sequía, un caño roto de gas y varias elucubraciones más, quedaron descartadas con una simple charla con Atilio Guiñez, dueño del campo.
Atilio - viejo conocido de quien escribe- hombre siempre afable y sonriente, ahora directamente lanza la carcajada. Sigue sorprendido por el alcance que tuvieron esos videos tomados por la gente que él había contratado para hacer un cortafuego. Y ahí surge la explicación, que nosotros fuimos primero a buscar con un geólogo, que acertadamente nos habló del fuego subterráneo consecuencia de alguna quema intencional ( aunque a veces es accidental ).
Atilio - entre risas- nos explica " este campo está lleno de ganado. Hace un mes se murió una vaca, y para evitar contaminación o infecciones, le prendí fuego. Esta tierra mallinosa esta seca, tiene grietas. Hay hojas, raíces y mucho estiércol. El fuego empieza a tomar fuerza y extenderse por abajo. Como vi que se me iba de control después de tanto tiempo, contraté a los muchachos con la máquina para hacer un cortafuego, una zanja. Ahí se les aparece esto, y se les ocurre filmar. ".
Sorprendido, nos cuenta que recibió mensajes y llamados, porque como dijimos circularon mil hipótesis, y muchos en las redes empezaron a exigir estudios , lo relacionaron con el fracking, con actividad volcánica, con movimientos sísmicos, hasta con un yacimiento de carbón.
Y en realidad, todo había sido originado por una vaca muerta. No la que genera tanta regalías, sino otra más simple, que sólo le dio fama al lugar, y un tema para hablar varios días.