Desde la tragedia de Aguada San Roque, el Consejo Provincial de Educación comenzó a realizar inspecciones a escuelas de Neuquén. Muchas de ellas, al encontrarle fallas, fueron cerradas a la espera de su reparación y posterior habilitación. En el caso de El Huecú, padres de los cuatro establecimientos piden de manera desesperada que se restablezca la presencialidad.
En el caso del CPEM 30, desde el 27 de julio, cuando HADENESA realizó la inspección, encontraron pérdidas de gas, arreglaron gran parte pero no terminaron el trabajo. "La semana pasada tenían que venir y no lo hicieron, aca se pierden muchas clases, esto se ha naturalizado. No hay clases, nadie escucha, no hay funcionaros", señaló Rigo Matus, padre de un alumno.
"Clausuraron diez calefactores distribuidos en la cocina, donde se le prepara el refrigerio a los estudiantes; en la galería; en cinco aulas y en la dirección. En algunos sectores se encontraron con que no se cumplía con la reglamentación y faltaban de rejillas de ventilación próximas a los calefactores, y en otros directamente detectaron pérdida de gas", dijo a 24/7 Canal de Noticias.
"Pasan los días y los chicos hace más de un año y medio no tienen escuela. Los chicos de El Huecú parece que no tienen derecho a tener clases presenciales".
La misma situación vive la Escuela 328, la Nº248 y la 299, que fueron cerradas o por problemas de gas o por falta de infraestructura. Más de 500 alumnos, de la localidad y de parajes cercanos, aguardan retomar la presencialidad.
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