Por el temporal, diluvió en el Centro de Salud Confluencia

Profesionales del Centro de Salud Confluencia “Armando Cala Lessina”, indicaron que debido a la intensa lluvia que cayó en la ciudad, la sala permanece cerrada porque comenzó a inundarse todo el centro asistencial.  Señalaron que "las autoridades provinciales no dan una respuesta y las condiciones edilicias son pésimas". El momento quedó grabado en un vídeo que fue filmado por los mismos trabajadores de la salud.

El centro de salud ubicado en Cacique Calvuqueo y Tandil, sufre muchos problemas edilicios hace años. Por ese motivo, este miércoles, enviaron una carta a la jefa de la zona metropolitana de de la Subsecretaria de Salud, Alejandra Espinoza, indicando que no cuentan con agua potable dentro del establecimiento; las paredes y el techo se encuentran con riesgo de caída; y la mitad de la sala no tiene electricidad por riesgo a que se produzca un cortocircuito.

Los trabajadores, esperan que en el trascurso del miércoles, les den una respuesta inmediata ante esta situación, que ya la sala se encuentra cerrada y no saben cuándo van a poder volver a trabajar y atender a los pacientes. En AM 550 y 24/7 Canal de Noticias de Neuquén, dialogamos con la técnica auxiliar de farmacia, Lorena Carrillo que indicó que “atravesaron un fin de semana caótico”.

Desde el Poder Ejecutivo hace unos meses que trataron de solucionar el problema y por eso la sala se encuentra en obra, pero debido a la intensa lluvia que cayó en las últimas horas, “nos afectó muchísimo para llevar a cabo nuestro trabajo habitual, porque sacaron una membrana del techo y se filtraron todas las paredes”, expresó Carillo.

“El cielo raso y las paredes se nos están cayendo a pedazos por la humedad que tienen”. Los trabajadores de la salud, colocaron alrededor de diez baldes para que el agua deje de ingresar y cubrir las goteras del techo, pero no pudieron impedir que los pisos de toda la sala estén inundados.

Como el Centro de Salud se encontraba con riesgo de sufrir una falla eléctrica, los trabajadores tuvieron que bajar las térmicas de luz. Al quedarse sin energía el vacunatorio fue el sector que más perdidas sufrió, porque tuvieron que desechar más de 600 vacunas del calendario nacional, ya que estos insumos necesitan una refrigeración de 2 a 8 grados y no tenían donde guardarlas.

Además, perdieron muchas insulinas que son utilizadas en pacientes crónicos y que no saben cuándo desde el ministerio de Salud podrán reponerles las mismas. “Hoy nos encontramos en una situación en donde nadie nos escucha, porque estas no son consecuencias que pasan hoy, son de larga data”, agregó Carillo.

El Centro de Salud de Confluencia, tiene más de 50 años y “se está edificando en una obra vieja que trae muchísimas consecuencias como lo que estamos viviendo hoy”, manifestó la trabajadora.

“Esta es una situación se repite año tras año cada vez que llueve y en esta oportunidad debido a las filtraciones, directamente tuvimos que tomar la triste determinación de tener que cerrar las puertas de la sala y no atender a nuestros pacientes”, concluyó.