DEBATE
Quieren que se usen armas menos letales en la Policía de Neuquén
En la Legislatura provincial hay opiniones divididas sobre la posibilidad del uso de las Taser o Byrna en la fuerza. Un especialista explicó los pro y contras.En la comisión de Derechos Humanos, Peticiones, Poderes y Reglamento de la Legislatura de Neuquén, luego de un acalorado debate, donde hubo diputados a favor y otros en contra para que en la policía neuquina se incorporen armas menos letales, por mayoría salió el despacho del proyecto para su uso.
El debate, contó con la intervención del oficial e instructor de uso de armas y especialista en la materia, Juan Manuel Cisterna, quien explicó las características de los dispositivos incapacitantes menos letales. Se refirió en particular a las marcas “Taser” y “Byrna” y diferenció su utilización.
En este sentido, el oficial dijo que mientras las Taser disparan descargas eléctricas que limitan las señales nerviosas y musculares, las Byrna usan municiones de tipo balines con barras de aire comprimido. Estas últimas son de venta libre, pueden utilizarse como método de persuasión al dispararse al aire y son usadas como “herramientas de seguridad en el ámbito civil”.
Cisterna hizo especial hincapié en la necesaria “capacitación” de los agentes para la manipulación de este tipo de armas, al tiempo que enfatizó en que generan menor probabilidad de riesgos altos, incluida la letalidad, en la persona que recibe el impacto. Entre las principales consecuencias que ocasionan, mencionó desorientación, distracción, confusión, incapacidad temporal y otras alteraciones que no suponen un riesgo para la vida humana.
“Una persona que recién se inicia no puede hacer uso de un dispositivo menos letal”, aseguró al señalar que se requiere de “un aval, una experiencia y un recorrido institucional” que permita que el agente sea “preparado, certificado y evaluado a la hora de utilizar esa herramienta”, indicó Cisterna.
En esta misma línea, aclaró que aquellos casos que derivaron en muerte de quien recibió el disparo, no fueron por el arma en cuestión sino “por el operador”, argumento con el que reforzó la importancia de la instancia de capacitación al interior de la fuerza para su manipulación. Acotó que se trata de dispositivos que pueden ocasionar “serios daños o hasta la muerte si son mal manipulados”.
Al referirse a los efectos de este tipo de armas, mencionó que el agresor cae inmediatamente al suelo, queda inmovilizado mediante contracciones musculares involuntarias pero puede oír órdenes ya que no pierde el conocimiento, y puede respirar sin dificultad. Los efectos fisiológicos no son permanentes y no causan daño a la salud, aseguró al destacar la necesidad de “derribar mitos” y comparar el amperaje desfibrilador que utiliza 360 joules de amperaje y la taser solo 0.07. Sus ondas no causan paros cardiacos a personas con marcapasos, ni lesiones en tejidos nerviosos, ni quemaduras, ni pérdida de conciencia, afirmó Cisterna.
En cuanto a las estadísticas, informó que en su mayoría, los agresores se rinden frente a una taser, sobre la que ponderó además que cuentan con una cámara que registra audio y video, cuya grabación es “inviolable”.
Consultado sobre las armas no letales, Cisterna dijo que los dos tipos de armas son “compatibles entre sí” para cumplir la función de reducir a una persona, al igual que con el arma de fuego ya que se coloca una de un lado y la otra del otro.
Despacho a favor de incluir armas menos letales en la policía de Neuquén
El despacho del proyecto -impulsado por el diputado Marcelo Bermúdez (PRO-NCN)- modificó la redacción original a fin de especificar que no se trata de dispositivos “no letales” sino “menos letales” comparados con las armas de fuego. Serán permitidas las debidamente homologadas por una autoridad nacional pertinente y las utilizadas por otra fuerza de seguridad dentro del país. Según explicó Bermúdez, este punto busca garantizar agentes con experiencia en condiciones de capacitar al personal en la provincia.
“Quienes no aprueban la incorporación de este tipo de armas lo que están planteando es que la policía únicamente tenga un armamento letal”, sentenció Bermúdez tras remarcar que el objetivo es proteger la vida de las personas, tanto de los civiles como de los agentes policiales. Calificó de “ridículo” que la policía no pueda portarlas, mientras un particular puede adquirirlas en forma libre.
Los reparos derivaron de las diputadas Ludmila Gaitán y Cielubi Obreque (MPN) quienes cuestionaron, entre otros aspectos, la falta de precisión de la letra de la ley para la reglamentación de su uso y que no se haya solicitado opinión al ministerio de Seguridad. Por su parte, Andrés Blanco (PTS-FIT) también criticó el proyecto “completamente disonante” en particular en el actual contexto social, mientras que la diputada Lorena Parrilli (UxP) reprochó la falta de precisiones sobre los criterios para seleccionar el personal apto para su manejo.