Los sueños se logran. Al menos eso puede asegurar Carlos Mabellini, que creció viendo a su abuelo armar el vino para las fiestas familiares y, a los 18, quiso crear su propio sello.
Hoy, junto a su esposa Lorena Nicolás Creide, lideran la bodega Mabellini Wines, que elabora exquisitos Malbec, Pinot Noir, Merlot, Chardonnay y Cabernet Franc.
Ese chico entusiasta, con los años, unió dos provincias a través de la magia de los viñedos. Es que su "nono" armaba su brebaje en Cuatro Esquinas, un paraje de Cipolletti, Río negro, que queda camino a Cinco Saltos. Todo continuó en la rionegrina Mainqué, donde la familia ahora tiene 20 hectáreas. Mientras que en el barrio Confluencia, de Neuquén, habilitaron otras cinco.
Por ese próspero emprendimiento están a punto de lograr la habilitación como prestadores turísticos que otorga la subsecretaría neuquina. Y eso es algo que los llena de orgullo, porque, con su labor, ampliarían la oferta enoturística provincial.
El proyecto se amplió hace siete años. “La gente que llega a la chacra no puede creer que está rodeada de viñedos, en medio de la ciudad. Estamos en la Confluencia, a pasitos de dos ríos” compartió Lorena, con orgullo.
Una bodega que crece
En la actualidad la bodega tiene capacidad para elaborar 150.000 litros anuales, cuenta con tecnología de alta calidad y algunos de los vinos son estacionados en fudres (cubas) y barricas de roble francés.
“El Alto Valle es el histórico vinatero del país. Eso fue decayendo, pero la bodega nos permitió poner en valor un producto de excelencia y calidad para el consumidor” sentenció la mujer.
Todo partió de un sueño. “Mi esposo Carlos quería tener su propio vino, y lo logró" cerró Creide, emotiva.