En muchas ferias artesanales o tiendas de recuerdos de la Patagonia, es posible encontrar pequeñas puntas de flecha, fragmentos de cerámica o incluso supuestos fósiles en exhibición. Algunos turistas los compran convencidos de que se llevan una pieza única de historia regional. Pero lo que pocos saben es que ese gesto —aparentemente inocente— puede convertirse en un delito federal.
La Subsecretaría de Cultura de Neuquén, dependiente del Ministerio de Desarrollo Humano, Gobiernos Locales y Mujeres, volvió a recordar que la compra y venta de fósiles y materiales arqueológicos está prohibida por las leyes Nacional Nº 25.743/03 y Provincial Nº 2184/96, que establecen sanciones pecuniarias y penales para quienes comercialicen o adquieran bienes considerados parte del Patrimonio Cultural Material.
“Poner en valor el patrimonio es conocerlo, reproducirlo y cuidarlo”, señalaron desde el organismo provincial, destacando que estos objetos no pertenecen a una persona o familia, sino a toda la sociedad.
El llamado de atención no es casual. En los últimos años, se realizaron operativos de incautación de fósiles en ferias de artesanos y en el aeropuerto de Neuquén, lo que demuestra que la práctica continúa. En muchos casos, se trata de ventas informales, sin conocimiento del daño que implican para la conservación científica y cultural del patrimonio.
Desde Cultura recordaron que no se debe comprar ni vender fósiles o piezas arqueológicas auténticas y que, ante cualquier intento de comercialización, se pueden realizar denuncias en la Dirección de Patrimonio de la Subsecretaría, al teléfono 299-588-3400 o al correo patrimonioculturalmaterialnqn@gmail.com
Sin embargo, sí está permitida la reproducción y venta de réplicas, siempre que estén debidamente identificadas como tales y cuenten con su sello o factura artesanal. “Esa es una forma legítima de valorar el pasado sin destruirlo”, remarcaron.
La protección del patrimonio arqueológico y paleontológico no solo busca evitar el saqueo o la pérdida de piezas únicas; también implica preservar la historia colectiva que se esconde bajo la tierra neuquina. Cada fósil, cada fragmento cerámico o herramienta de piedra aporta información científica sobre los pueblos originarios y sobre la vida prehistórica de la región.