Con la llegada del calor, el Ministerio de Salud encendió una fuerte alarma: aumenta la actividad de las vinchucas en todo el Valle del Río Negro y zonas rurales, lo que eleva el riesgo de transmisión del chagas. La cartera sanitaria pidió extremar la vigilancia, reportar ejemplares vivos y recordó que este es el período del año donde el insecto circula con mayor intensidad.
En los últimos días, el área de Salud Ambiental reunió de manera virtual a más de cincuenta trabajadores de Atención Primaria, donde repasaron el mapa provincial del chagas, los mecanismos de transmisión y las estrategias de control. Según explicaron, la presencia del insecto es habitual en los departamentos del Valle y hacia el norte y centro de la provincia, donde las actividades rurales, las chacras y los hornos de ladrillo generan condiciones propicias para su proliferación.
Además, las autoridades detallaron que ya hay reportes en Catriel, Río Colorado, Cipolletti, Viedma, San Antonio, Las Grutas, Sierra Grande, Valcheta y Sierra Colorada, entre otras localidades. En todos los casos, el llamado es el mismo: retener los ejemplares vivos, sin manipularlos directamente, y acercarlos a la dependencia más cercana de Salud Ambiental o a un puesto sanitario. Para ello, es necesario colocarlos en un recipiente hermético y protegido de la luz.
Por otro lado, desde el Ministerio recordaron cómo se transmite la enfermedad. El parásito Trypanosoma cruzi llega al cuerpo a partir de la picadura de la vinchuca infectada, que al alimentarse defeca sobre la piel. El simple acto de rascarse o tocarse los ojos o la boca permite que los parásitos entren en el organismo. También puede haber transmisión durante el embarazo o el parto, por lo que se recomienda un análisis de sangre en el primer control prenatal.
A lo largo de la provincia, las oficinas de Salud Ambiental (URESA) mantienen guardias y líneas habilitadas para recibir consultas y reportes de ejemplares sospechosos. Desde Viedma hasta la Línea Sur, cada región cuenta con un contacto directo para actuar de inmediato ante cualquier aparición.
Con la suba de temperaturas y el incremento natural de la actividad del insecto, la advertencia es clara: prevenir, reportar y no subestimar a la vinchuca, un vector silencioso que sigue presente en Río Negro y que requiere vigilancia permanente.