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Sábado 10 de Mayo, Neuquén, Argentina
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Cuando un amigo se va: el adiós a Martín Sobisch, leal, humilde y querido

En cada abrazo, en cada charla compartida, en cada anécdota entre amigos, queda viva la huella de Martín. Su partida sacudió a todos los que lo conocieron, pero también dejó en evidencia el enorme legado de cariño y amistad que supo sembrar

Sabado, 10 de mayo de 2025 a las 15:56

Cuando un amigo se va, algo se rompe en la trama de los afectos. Ya no está el mensaje inesperado, el chiste compartido, la mirada cómplice en una reunión o la simple presencia que acompañaba. Así se sintió la partida de Martín Sobisch, un hombre que supo ganarse el amor de todos los que lo rodeaban con su nobleza, su energía inagotable y su manera única de vivir la amistad.

Las redes sociales, los grupos de amigos y las calles mismas de Neuquén se poblaron de recuerdos, fotos y palabras cargadas de emoción. Desde amigos de toda la vida hasta compañeros de viajes, músicos, dirigentes deportivos y hasta el propio gobernador de la provincia, Rolo Figueroa, expresaron su dolor por la pérdida y su admiración por la persona que fue Martín.

Siempre con una sonrisa, siempre ayudando, siempre ahí”, repitieron muchos. Era el que mandaba un mensaje tarde en la noche para invitarte a tomar un café. El que sabía lo que te gustaba y te lo hacía saber con un tema, una camiseta, una palabra. El que te abrazaba fuerte aunque no dijera mucho. El que escuchaba aunque pareciera distraído. El que estaba.

Algo que todos sus seres queridos destacan, y que lo define aún más, es que Martín siempre fue una persona muy humilde, valorando la amistad por sobre todas las cosas. En una etapa clave de su vida, mientras atravesaba su juventud, su padre Jorge Omar Sobisch era gobernador de Neuquén. A pesar del contexto de poder y visibilidad que rodeaba a su familia, Martín nunca cambió su esencia: seguía siendo ese chico sencillo, cercano, sin creérsela jamás. Algo que no es común, y que por eso muchos hoy recuerdan con tanta admiración.

Martín fue hermano, hijo, padre y amigo. Pero, sobre todo, fue un cultor de la amistad. En un tiempo donde las relaciones se diluyen, él construyó vínculos reales, de esos que duran décadas y resisten los vaivenes de la vida. Su partida repentina, inesperada, dolorosa, dejó una estela de mensajes que lo describen como lo que fue: alguien querido de verdad, sin dobleces.

Uno de sus amigos escribió:

"Me quedo con los más lindos de estos años, estos grandes años. Qué lindos meses, negrito querido… te morfabas la heladera, ja. Cuántas risas, lágrimas y cosas. No quiero despertar mañana sabiendo que no vas a estar. No sé qué más decir ni qué más hacer".

El Club Atlético Independiente de Neuquén, del que Martín fue colaborador y parte activa, decidió suspender sus actividades el día de su fallecimiento, en señal de duelo y respeto. Y eso también dice mucho. Porque cuando una institución se detiene por una persona, es porque esa persona dejó mucho más que tiempo y trabajo: dejó humanidad.

Las despedidas no alcanzan para nombrar todo lo que fue Martín Sobisch. Por eso, entre los mensajes más compartidos, uno resume el sentimiento general:   “Buen viaje, negro. Que sea en moto y con amigos”.

 

 

 

¿Quién fue Martín Sobisch?

La mejor manera de definirlo tal vez no esté en una nota ni en una descripción objetiva. La mejor forma de entender quién fue, es simplemente leer lo que escribió su hermano Gastón:
“Martín fue hermano, hijo, padre y amigo. Pero, sobre todo, fue un cultor de la amistad.”

 

 

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