“Cuando aparecen casos de meningitis por la bacteria Haemophilus influenzae da escalofrío porque es un sufrimiento evitable”, expresó el médico infectólogo y pediatra Andrés Gallardo sobre el caso del bebé de 11 meses que se contagió en Cipolletti.
La madre del menor es adolescente y, según informaron, se "descuidó" del calendario de vacunación. La bacteria que trasmitió la enfermedad lleva años sin registrarse en la región.
Gallardo remarcó que la vacuna contra la bacteria Haemophilus influenzae marcó un antes y un después en Neuquén. “Cuando empecé a hacer pediatría hace 35 años teníamos 10 casos por mes de meningitis por Haemophilus influenzae en el hospital de Neuquén. Eso se traducía en 120 casos anuales, el 20% fallecía y el 40% de quienes sobrevivían quedaban con secuelas auditivas o retrasos madurativos”, recordó.
El médico señaló que cuando a finales de 1992 apareció la vacuna anti Haemophilus, la cantidad de casos bajó a cero. “Esto es el marcador esencial de la efectividad de una vacuna. En Neuquén desde que apareció la vacuna más de 3.000 chicos no sufrieron esta enfermedad”, destacó.
Gallardo señaló que el año pasado no se registraron en la provincia casos de meningitis por Haemophilus influenzae.
Las peligrosas campañas antivacunas
El infectólogo dijo que es importante seguir promocionando para que los padres cumplan con el calendario de vacunación. En el caso de la anti Haemophilus se aplica en tres dosis a los 2, 4 y 6 meses de vida, y un refuerzo entre los 15 y 18 meses. Además, es gratuita en todos los centros de vacunación y hospitales públicos del país.
“En Río Negro hacen campañas de vacunación, pero habrá que reforzar para que a la gente le llegue mejor el mensaje y que tenga acceso simple y directo a las vacunas”, analizó.
“A esto hay que sumarle que existe una campaña en contra de las vacunas cuyo mensaje en muchos espacios tiene mejor llegada que el mensaje positivo del calendario de vacunación”, remarcó.
Para Gallardo es importante que el Estado no deje de estar presente. “Es impresionante lo que se logró con la vacuna en los casos de meningitis sin hablar del sarampión que ahora está surgiendo de vuelta, porque hay gente que no se vacuna por ese mensaje antivacunas”, señaló.
Para el especialista, las vacunas son víctimas de su propia eficacia. “Cuando no hay casos de sarampión, las personas se olvidan de los brotes y la mortandad que generaba. Entonces no se vacuna y resurgen los brotes como en Europa. Esto es un círculo que hay que trabajar para romperlo”, concluyó.