El dispositivo se llama Kissenger y se encarga de registrar los movimientos de los labios -posición, presión y duración- a la hora de enviar un beso. Luego envía las instrucciones por Internet y reproduce el mismo movimiento en el receptor que tiene el destinatario del afectuoso gesto.
Si bien, aún se trata de un prototipo, la japonesa Emma Yann Zhang –una de las creadores del servicio– afirmó que el Kissenger emplea una serie de sensores de alta precisión que están instalados debajo de un molde que emula ser unos labios artificiales.
"Kissenger puede ser utilizado por parejas a distancia, familias e incluso como recurso de marketing. Las celebridades o ídolos pop podrían enviar besos a sus fans de todo el mundo", agregó Zhang en su blog y manifestó que está pensado no solo para seres humanos.
El gadget, elaborado por un grupo de investigadores de la Universidad de Londres, todavía está en fase de pruebas y solo será compatible con iPhone.
Una vez listo, el Kissenger se podrá utilizar a través de FaceTime o Skype. Basta con apoyar los labios sobre una almohadilla de silicona. La presión ejercida será transmitida e interpretada por una serie de sensores de presión que se ubican detrás de la almohadilla. La transmisión de este acto se mandará en tiempo real, por lo que el otro usuario sentirá el afectuoso gesto al momento de realizarse.