Nido Blando
Criando: la tribu de mujeres emprendedoras de Bariloche
Magia, emprendimientos, maternidad, crianza y Patagonia, ¿qué logramos si mezclamos todo esto?: el fabuloso grupo de mujeres “Criando”, madres emprendedoras que se juntaron para crear una sinergia especial y hacer algo más que vender sus productos de maternidad y paternidad consciente.Por Cecilia Russo
En épocas de mamás “multitasking”, mujeres empoderadas y sororidad, no es casual ver a un grupo de madres emprendedoras que no paran de crecer y promocionar, no sólo sus productos de crianza, sino los valores de una maternidad consciente. Ellas son “Criando”, son de Bariloche y así es cómo nació su historia.
Criar en tribu
Ser mamá no es fácil. Esto no es ningún secreto. Y más aún: ser mamá en la Patagonia lo hace un poco más entreverado. El frío, las distancias, muchas veces no contar con la familia cerca, pasar la mayor parte del año dentro de la casa, hacen el oficio materno un tanto más dificultoso. Al menos ésas fueron algunas de las condiciones que llevaron a más de 200 mujeres de Bariloche y alrededores a sumarse en Facebook al Grupo “Tribu de crianza” local. La única condición para ingresar: ser mamá.
Toia Urcelay, una de las iniciadoras del grupo cuenta que la idea fue “crear un espacio, en principio virtual y en ocasiones presencial, para hacer juntadas, mates, charlas y catarsis sobre la maternidad y el puerperio. Compartir crianza, experiencias y apoyarnos. Así llegamos a juntar a más de 200 mamás y cada encuentro es maravilloso”.
“Creo profundamente en la crianza en tribu, ahí es donde mejor me siento. Encontré en Bariloche muchas mujeres que pensábamos igual pero estábamos por separado, así que de esa manera surgió la idea de armar el grupo”, relata.
Una tribu es una red de sostén, un grupo de mujeres con sus bebés que se encuentran para acompañarse, informarse, pensarse y apoyarse en la desafiante tarea de maternar, con respeto, apego y amor. El término "tribu" nos remonta a tiempos lejanos en la historia de la humanidad y hace referencia a que para criar a un niño no basta con una ni con dos personas, sino como seres sociales y dependientes, se necesita a toda una comunidad o sociedad.
Nace “Criando”
Conociéndose y abriendo camino a la crianza en tribu, reconocieron que muchas eran emprendedoras y que tenían la necesidad de crear un espacio para exponer sus productos. “No queríamos que los encuentros que se concretaban desde el grupo, se convirtieran en espacios de venta. Pero al mismo tiempo las que elaborábamos productos los llevábamos a las reuniones, o nos pedían para comprar. Por eso surge la idea de crear Criando”, cuenta Toia quien también es creadora de la marca “Mujer Habitada”, bajo la cual diseña y confecciona portabebés.
Ante esa necesidad, nació “Criando” un espacio armado por mujeres, madres emprendedoras de Bariloche, en el cual exponen sus productos manufacturados en el hogar. “Mientras nos dedicamos a la crianza de nuestros hijos, desplegamos los conocimientos que tenemos en la confección de prendas, portabebés, tejidos, juguetes de madera, cosmética natural”, asegura.
“Criando” se convirtió en una expo mensual y en festivales durante el año. De esta manera, a la hermosa tarea de ser mamá, estas mujeres le sumaron sus emprendimientos, en el que colaboran los niños y toda la familia.
“A la hora de buscar cada lugar de exposición o encontrar un local, tuvimos que pensar en que posea un espacio para nuestros hijos, para que puedan jugar, para amamantar, para estar en tribu”, indica Jimena Urcelay, mamá de Felipe y Ramón, y creadora de “Ámbar Patagonia”, productos especiales para la dentición de los más pequeños.
También explica que “luego de hacer los festivales del año o las expos mensuales, queríamos más, porque nos iba bien o se nos acercaban muchas mujeres con diferentes inquietudes. Y nos propusimos dar un paso más”. Así fue que en el barrio Melipal de Bariloche, abrieron su propio local en el que ofrecen a la venta los productos “Criando”.
“Organizarnos fue otro punto importante porque tuvimos que decidir quién y cómo atendíamos, de qué manera nos repartíamos las ganancias, cómo nos organizábamos para todos los días. Y todo se decide entre todas: nos reunimos, lo deliberamos, si alguna no está segura, la esperamos con su decisión. Todo sigue siendo en tribu. Y lo mejor de tener el local es que como todas vendemos lo de todas, tenemos que conocer bien los productos, sus ventajas, cómo se utiliza, y eso nos da más crecimiento aún”, cuenta Jimena.
Hoy “Criando” suma cinco emprendedoras estables, - llegaron a ser más de 10 - cuyos productos varían entre la indumentaria, accesorios de crianza, juguetes didácticos, tejidos, cosmética natural y productos de femeneidad consciente. “Muchas mamás no pueden venir a la Tienda, es súper entendible. Pero nos dejan sus productos para exponer. La potencia de lo colectivo y lo femenino es arrolladora”, define Toia.
Además, “no nos quedamos sólo en lo comercial. En la parte de arriba del local, tenemos un espacio donde brindamos diversos talleres como yoga, masajes Shantala, charlas para familias que han perdido un hijo, organizamos círculos de puerperio. Hay tanta variedad dentro de nuestra propuesta que nos sorprendemos día a día del potencial que tenemos”.
“Ahora estamos tratando de conseguir la personería jurídica, así que eso también lleva a entender un montón de cosas de las cuales no teníamos idea”, explica Toia.
Jimena agrega: “muchas mujeres que tienen su emprendimiento solas nos buscan para sumarse. Evaluamos qué ofrecen, que sea en la misma línea de lo que proponemos, que no se repita con otra emprendedora y que se pueda sumar a nuestra organización. Siempre la idea es tejer redes, afianzar lazos y que todas sirvamos de trampolín para otra emprendedora”.
Síndrome del nido lleno
Durante la entrevista, los hijos de todas correteaban por el lugar, incluido el de quien escribe. En el medio, cambiamos pañales, dimos la teta y seguimos hablando de emprender. Porque ya sea en “Criando”, “100 Pájaros Volando” o el proyecto que fuese, la fuerza está en la unión de ser mamás, trabajar y perseguir nuestros sueños. ¡Feliz Día!