Nido Blando

CJ Ramone: "Venir a la Patagonia es un alivio"

En un mano a mano intimista, hablamos con una leyenda del punk. ¿Cómo fue el inicio en The Ramones? Tocó en escenarios de medio globo, ¿qué sintió ante el público patagónico? ¿Qué aconseja a músicos independientes?
lunes, 27 de mayo de 2019 · 09:57

Por Flor NietoPeriodista Rockera, autora de #EscritosImpacientes
Colaboración especial para 100 pájaros volando

1996, The Palace Hollywood, público enardecido. CJ junto a Joey, Johnny, Marky y Lemmy Kilmister -Mötorhead- cantaba R.A.M.O.N.E.S. en su despedida. Y Adiós Amigos. 2016, Sótano Pub, Comodoro Rivadavia, público enardecido. CJ, canta R.A.M.O.N.E.S solo pero no. La leyenda acompaña.

Christopher Joseph Ward, CJ Ramone, The Little Ramone. Cambió de nombre y cambió su vida cuando empezó a tocar con sus ídolos. De 1989 a 1996, bajista inmortalizado en los últimos discos y voz de canciones hito como Strenght to Endure. Después del fin de los Ramones hizo silencio por un tiempo pero volvió. El punk jamás desaparece. En 2012 lanzó su primer disco solista, Reconquista y en 2014, Last Chance to Dance. CJ Ramone está en su casa, sentado frente a la computadora. La ventana de Skype muestra un living iluminado de paredes blancas, la pintura de un paisaje enmarcado cuelga detrás. Una vocecita pide permiso: “Papi ¿Puedo ver televisión?” “Por supuesto que podés lovecat” responde CJ. “Mi chiquitita está en casa hoy”, le decimos que es muy linda, agradece y sonríe orgulloso.
 

¿Qué nos dice Last Chance To Dance de CJ Ramone?
Creo que cuenta un montón de historias diferentes. La canción Last Chance To Dance la escribí justo antes de irme al ejército. De eso se trata, de mi última noche. Escribí Carry Me Away en un viaje en moto hacia Nueva Escocia, una de las tantas veces que fui a Canadá. Había empezado a escribir un poquito sobre el pueblo en el que estaba y, mientras arreglaban mi moto, se me ocurrió la historia y la melodía así que agarré mi celular, tarareé la música, recité las letras y cuando llegué a casa lo junté todo. Hay muchas historias diferentes, algunas cuentan verdades y otras ficciones. Hicimos un cover de Alice Cooper, Long Way To Go, Tony Cadena, de The Adolescents, la cantó conmigo. Hay muchas cosas buenas ahí, en el disco, y estoy muy orgulloso de ese disco, lírica y musicalmente. Creo que hice lo mejor que pude en ese momento.

¿Y Reconquista?
Reconquista -risas- es mi disco bebé. Es el primero. Amo ese disco, de verdad que sí. Fueron muchos años que estar quieto, sin decir nada. Reconquista es la combinación de eso, de mi tiempo lejos de la música y las turbulencias. Reconquista es un disco oscuro, lo escribí en un período oscuro. Last Chance To Dance es más divertido, pero había cosas que realmente quería decir y me quería sacar de encima en Reconquista y eso hice.

Los Gusanos, Reconquista, palabras en español que significan mucho ¿De dónde vienen?
Cuando era chico me crié en un barrio mayormente puertorriqueño y filipino. El español es muy común en Nueva York, inclusive mucha de la señalética está en el idioma. Ni siquiera es extranjero. Honestamente, en Estados Unidos es el segundo lenguaje. Y tenemos tanta gente de países hispanohablantes, de Centroamérica, Sudamérica, España, México. Es bastante común para nosotros sentirnos cómodos con el idioma.

Hablando de comodidad. El miembro más joven de los Ramones ¿Cómo fue?
Fue...em...fue divertido -risas-. Por supuesto que lo disfruté inmensidades pero estoy seguro de que para Joey y Johnny a veces fue bastante molesto.

¿Por qué?
Porque todo era muy nuevo para mí, era como un cachorro inquieto. Me divertía y realmente disfrutaba todo y a veces pienso que Johnny y Joey me miraban y pensaban: “Bueno, relajate” pero sí, fue genial. Y realmente no importa a qué edad hubiese entrado a la banda, hubiera actuado de la misma manera. Se entiende...estar en la banda que creciste idolatrando. Se lleva todo el aburrimiento de todos los días, hace que todo sea diferente.

¿Cómo fue verlos por primera vez?
La primera vez que vi a Johnny fue en un ensayo y esa misma tarde conocí a Joey. Podrías preguntarle a cualquier fan de los Ramones y te van a decir lo mismo, es totalmente abrumador. Los Ramones no son como cualquier otra banda. Es difícil imaginarlos en la cotidianeidad. Era como si se bajaran del escenario y desaparecieran. Estaba muy abrumado pero me aseguré de no quedar como un idiota y fui muy respetuoso y calmado, charlé un poco con ellos. Por supuesto, cuando llegué a casa agarré el teléfono y llamé a todos mis conocidos: “¡Acabo de tocar con los Ramones!” -risas-.

Hubo y hay mucho respeto por los Ramones...
Los Ramones fueron una banda bastante única. Aunque todos los miraban como Rockstars, había algo en ellos que los hacía parecer seres humanos comunes y corrientes al mismo tiempo. Algo que hacía que el chico promedio, de clase trabajadora, la gente que no está en la mejor posición en la vida tuviera una relación especial. Cuando fui a la audición para los Ramones pensé que me unía a una pandilla, los vi siempre así. Son más que una banda, siempre pensé en ellos como una pandilla. Creo que hace que los chicos se identifiquen, hace que los chicos sientan que son parte de algo.

Hace un par de días hablé con Mosca de 2 Minutos y me describió una escena de ustedes antes de tocar en el camarín. Joey estaba sentado en un sillón con pastillas de colores en una mesita. Marky estaba en el baño cagando con la puerta abierta. Johnny intentaba escaparse. Vos estabas jugando con un flipper ¿Cómo era salir de gira con ellos?
Muy tranquilo -risas- muy relajado. La mayoría del tiempo estábamos durmiendo o descansando. No salíamos de fiesta ni nada parecido.

¿Y ahora?
Todavía. Antes de tocar con los Ramones nos sentábamos con Johnny y Marky a practicar juntos antes del show así que ahora antes de subir al escenario me pongo los auriculares y toco canciones de los Ramones para calentar. En el backstage estoy muy tranquilo y relajado, quizás me tomo una cerveza o algo así. Intento conservar mi energía para el escenario para hacerlo bien. La única forma de hacerlo bien es si estoy relajado y doy lo mejor.

¿Qué aprendiste de Joey?
Está todo en la canción Three Angels -risas-. Joey y yo éramos más como amigos, Johnny era más mi mentor o mi maestro. Lo que aprendí de Joey es que no podés preocuparte por lo que otra gente piensa de vos, tenés que ser como sos y lo que sos. No ser lo que otras personas esperan que seas o que hagas. Esa fue la lección más grande que tomé de Joey, tenés que intentar vivir tu vida como querés y ser feliz.

¿Y Johnny?
Johnny era más pragmático. Realmente aprendí más de Johnny a manejar un negocio, a mantener tu vida organizada, a trabajar con gente que te respeta. Aprendí más sobre operaciones y cosas así, pero no quiere decir que mi relación con Johnny no fuera tan cercana como con Joey.

¿Y Marky?
Marky es el tipo que hace que las giras sean divertidas, él hizo que la ruta fuera más tolerable. En algunas giras realmente estaba muy cansado y estropeado, pero Marky siempre encontraba la manera de hacer reír a todos.

¿Y Dee Dee?
Dee Dee -risas- él era genial. De chico Dee Dee era mi favorito. Las cosas que aprendí de Dee Dee en su mayoría fueron sobre arte y no tener miedo. Algo así como: “No tengas miedos, tomá oportunidades”. Un sobreviviente ese Dee Dee, un tipo excelente además, de verdad excelente.

Tocaste en Argentina varias veces ¿Qué es lo que más te gustó?
Lo que más me gusta es la gente. La gente en Argentina de verdad demuestra su amor. Son muy emocionales y es muy lindo, sabés, de verdad lo es. No son pretenciosos en lo absoluto.

Ya estuviste por acá en Patagonia...
Sí, en Neuquén en 2008. Fue un show increíble y la pasamos muy bien. Lo mejor fue alquilar una moto de cross y andar por las montañas -risas-. Tocamos en un club que nos preparó una comida. El cordero era de un campo cercano y el vino, fue todo increíble...pero la gente...la gente nos trató tan bien. Cuando vamos de gira, algunos nos tratan como si fuéramos demasiado vagos como para conseguir un trabajo de verdad. Algunas personas piensan eso de los músicos. Y a veces la gente de los clubs de Estados Unidos te trata como si te estuviese haciendo un favor, después vamos a algún lugar como Argentina o Patagonia y nos tratan como artistas. Nos tratan con respeto, nuestra música es respetada y es un alivio, porque le dedico mucho tiempo, pasión y energía a lo que hago. Doy todo.

Ser músico es trabajo de tiempo completo, no descansás, todo el tiempo estás pensando, no lo podés apagar. Y pasa en todos los trabajos creativos.
Además estar lejos de mi familia y no poder tener ningún tipo de vida normal, pasa cuando te vas por mucho tiempo. No me quejo, no hay nada más que me gustaría hacer, pero hay cierto sacrificio y cuando la gente con la que trabajás no lo reconoce es realmente insultante. Por eso, venir es un alivio, porque nos tratan con respeto y realmente entienden todo.

Lamentablemente todavía sucede con los músicos, algunos inclusive a veces tienen que pagar para tocar.
Eso no está bien, de verdad que no está bien. Es un negocio difícil y no muchas bandas pueden llegar donde estuve y siempre intento recordar que soy muy afortunado de poder viajar y hacer todas esas cosas. La mayor parte de la gente con la que crecí tiene un trabajo que no les gusta y no tienen pasión en sus vidas o nada que los haga sentir intensamente. Siempre me siento mal cuando me junto con mis amigos, al punto de que ni siquiera hablo de lo que hago porque los hace sentir mal. Pero sí me hace apreciar mi estilo de vida y todo lo que puedo hacer. El intercambio cultural es una de mis cosas favoritas, poder ir y saltearnos todo lo turístico, no tenemos esos obstáculos, conocemos a la gente, comemos con ellos. Estamos con la gente del lugar y esa es la forma más significativa de experimentar otra cultura. Es único.

¿Algún consejo para los músicos independientes?
No intenten ser alguien más. Realmente necesitás saber quién sos para expresarlo mientras tocás. Y eso define, porque cuando llegás a ese nivel, cuando de verdad te expresas mediante las canciones y tocás, la gente lo reconoce. Quizás no conscientemente pero cuando te ven piensan: “Wow, esa es una buena banda”. Tenés que practicar como loco, tienen que tocar juntos todo lo que puedan, escribir canciones. Y si pensás que apestan no importa, terminá de escribirlas y tocalas. La única forma de pasar de escribir malas canciones a escribir buenas canciones es escribir muchas canciones. No hay atajo y puede llevar años. Una vez que se sientan seguros de lo que están haciendo, vayan de gira. Agarren una camioneta y vayan. Hoy en día es mucho más fácil conseguir fechas. O sea, solía ser muy muy difícil pero ya no lo es, es más simple conseguir los nombres de la gente que maneja las fechas y los clubs y todo eso. Depende de cuánto quieras hacerlo y lo que estés dispuesto a sufrir, porque una vez que te subas a la camioneta va a chorrear sangre. Vas a dormir en el piso, en autos, pero mientras lo hacés te llena y eso va a nutrir tu música. El dolor y el sufrimiento son los mejores maestros del mundo, desafortunado pero así es como crecés, tenés que sufrir por tu arte. Si querés hacerlo, vas a tener que hacer todas las cosas sucias y desagradables que se necesitan hacer para estar en la ruta. Comer cualquier cosa, a veces no comer, dormir en los pisos de la gente, dormir en los pisos de los clubes, tocar en lugares vacíos, y tenés que pasar por eso. No hay forma fácil de hacerlo. Y lo peor de todo es que inclusive si hacés todo eso, no es garantía de que alguna vez llegues a algún lado. Hace un par de años, cuando volví a tocar en lugares y a salir, poca gente venía a los shows. Estuve lejos de la música por un tiempo y no muchos sabían que estaba ahí o inclusive interesados que estuviera de gira. Pasé por muchas de esas cosas de nuevo. A lo que voy es que no estaba intentando llegar a algún lado, no había un lugar lejano al que quería ir, no busco ser una estrella de Rock And Roll, no sueño con tocar en escenarios gigantes. Sueño que mi próximo show esté bueno. Si puedo meter a 200 personas en una habitación y todos la pasan bien, eso es el éxito para mí. Si todos están sonriendo y bailando, eso es el éxito para mí. No lo hago por la plata, porque no me gusta hacer mucha plata con eso. No lo hago por la fama o el estrellato, porque por supuesto que nunca voy a hacer nada más grande que los Ramones, lo sé, pero tampoco es mi meta. Mi meta es juntarme con la gente, mi tribu, mi gente de donde voy y pasarla bien, eso es todo. Esa es mi razón y es lo que tenés que tener en mente. Si lo hacés por la plata, si lo hacés por la fama, porque querés ser famoso, porque querés tocar en estadios gigantes, lo hacés por las razones equivocadas y eso se nota al momento de tocar. Si lo hacés porque amás la música y querés ir por la ruta para estar con la gente a la que le gusta lo que hacés entonces lo hacés por las razones correctas. Sé que la gente anda: “A la mierda el arte, aguante el rock and blablabla” pero el hecho es que es arte y si tu arte no dice nada y no creés en lo que decís, la gente ve que nunca vas a lograr nada así. A menos que tengas mucha plata -risas- entonces podés pagarle a la gente para que vaya a tus shows, para que te pasen en las radios, para tocar con bandas grandes y un montón de cosas más. Definitivamente ese sí es un atajo.

Excede al arte, hay una cuestión que se repite en las diferentes generaciones y gira en torno a lo que pasaba antes y lo que pasaba ahora. Musicalmente ¿Todo pasado fue mejor?
Creo que lo que escuchás en tu adolescencia se convierte en tus favoritos de todos los tiempos, en tus leyendas, en tus bandas clásicas. Para mí, que crecí con Country de muy chico y después los famosos clásicos del rock y metal y punk. Mis bandas clásicas van a ser diferentes a las de los chicos que crecieron en los ‘90. Para ellos, quizás el punk rock old school sea Rancid o Green Day, las bandas del momento. Creo que siempre habrán nuevas leyendas, nuevas bandas clásicas, pero mi punto de vista es este: Estuve vivo en el nacimiento del Punk Rock y del Metal. Las bandas que escucho son las originales, las innovadoras, los que crearon el estilo y siempre van a ser mis bandas clásicas. Los que vinieron después, en la segunda ola del Punk Rock y gracias a Dios en los ‘90 tenías bandas como Rancid y Green Day. Fue el renacimiento del Punk Rock y el Punk Rock finalmente pudo ser un estilo musical grande. Yo no le digo a mis hijos: “Lo que escuchás es una mierda”, estoy feliz de que les guste la música. Estoy seguro de que mi hija Lily tendrá sus bandas favoritas de su era y mi hijo Liam tendrá las suyas. A todo el mundo le gusta pensar: “Nada es mejor que cuando era chico” pero no es la verdad. Simplemente no es la verdad.

¿Escuchás bandas nuevas? ¿Qué nos recomendás?
Por supuesto todavía escucho la música con la que crecí, por supuesto que lo que escuchás de adolescente siempre va a tener una conexión profunda pero hay muchas cosas nuevas que me gustan. Una banda que se llama Mean Jeans, son de Oregon y hace poco firmaron con el mismo sello en el que estoy, Fat Wreck Chords. Es bastante genial, creo que probablemente nos vayamos de gira juntos en algún momento. Igual lo que llamo nuevo probablemente tenga como 10 años -risas-. Hace poco giramos con Broken Gold, son de Texas. Muy buena banda y la pasamos muy bien. Los chicos de Riverboat Gamblers, otra gran banda-. A ver…¿Qué más estuve escuchando? -toma su tiempo, juega con el teclado-. No sé, eso es todo lo que puedo recordar ahora pero empecé a notar que cada vez surge más y más buena música, no necesariamente Punk Rock pero muy buena música. Pero los Mean Jeans, si tuviera que recomendar una banda sería esa, son muy buenos.

¿Cómo sigue el Punk?
Probablemente sea por la misma razón que el Rock And Roll continúa. El Rock fue aceptado, se convirtió en una forma legítima de arte. El Punk, por el otro lado, cuando nació se transformó en la voz de los chicos. Mientras tengas chicos molestos, enojados, alienados y frustrados vas a tener Punk Rock. El Punk Rock es para ellos, les habla a ellos y las posibilidades de que esa actitud se vaya son diminutas. Pero es bueno y creo que debería continuar porque de verdad se siente bien ir a un recital de Punk Rock. Cuando toco, que no es necesariamente enojado, es más divertido, más cerca del Rock And Roll de los ‘50, rápido y divertido. Bailás, sonreís, las letras son bastante felices y lindas pero para mí es Punk porque lo hago a mi manera. Eso es Punk. No tu corte de pelo, ni tu moda, ni tu punto de vista político, para mí el Punk Rock no tiene mucho que ver con eso. Para mí tiene que ver con hacer las cosas a tu manera, no seguir lo que los demás hacen, no usar una fórmula, realmente es hacerlo a tu manera, hacer negocios a tu manera también. Yo siempre intento de asegurarme de que todas las personas con las que trabajo ganen dinero. A veces tocamos un miércoles a la noche en Idaho y no va nadie, entonces le decimos al promotor: “¿Sabes qué? Danos la mitad de lo que acordamos”, porque no quiero que ese tipo la pase mal por un show y quiero volver a ese lugar. Es lo que hacemos. Es mi manera de hacerlo, mi manager lo odia y todo el mundo dice: “Estás loco” pero estoy trabajando con gente. No pienso en cuál es su puesto de trabajo o título, estoy trabajando con gente y si querés demostrarle a alguien que te importa, esa es la forma. Puedo soportar perder un poquito, vos podés soportar perder un poquito. No es una práctica común de negocios pero creo que eventualmente lo será. Creo que eventualmente los negocios sucederán de diferente manera y todo estará más cerca de lo que hago que de lo que realmente pasa. Le pago bien a mis músicos todas las noches, le pago bien a mi equipo y así lo hago. Eso es hacerlo a mi manera, eso es Punk Rock. Cuando era chico, si ibas a un recital de Punk y te caías, la gente te ayudaba de inmediato. Se trataba de nosotros, realmente era un nosotros. Éramos todos individuos, por supuesto, pero éramos individuos juntos. Cuando el Punk Rock se hizo algo grande, se transformó en un negocio, y en una moda, y en todas esas cosas. Su ethos se perdió por un tiempo pero creo que regresará. De hecho, pienso que ya comenzó, hay un montón de gente joven haciendo cosas geniales y espero que siga esa dirección.

 

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