Nido de creadores
Fuego en la torre
Participar y ser encuentro. Prometer y despedirse con un aventòn. Ser artista y comunidad. La vivencia intimista de una residencia artística desde adentro.Por las artistas Marina Cisneros y Suyai Otaño
Colaboración especial para 100 pájaros volando.
Una artista que es hombre-mujer-animal, lanza una señal al cielo. Trece artistas que miran la noche al mismo tiempo, descubren el claro mensaje: “La torre está en llamas” . Una chamana del arte se une al encuentro.
Eva Grinstein es crítica, docente y curadora independiente. Ante los catorce, la chamana.
Suyai Otaño es artista, cebadora, impulsora. La primera y última en irse. Es hombre, mujer y animal. Es también la fuerza que impulsa a la montaña, el viento que hace viajar a la neblina, el agua que transforma el territorio.
Entre las dos armaron esta serie de tres encuentros de artistas en San Martín de los Andes. Por primera vez un encuentro que no fue de convocatoria abierta, sino a elección de la que impulsa a la montaña.
Aunque la propuesta llega en forma de clínica de arte, desde el primer encuentro se propuso plantear nuevos conceptos, es que entre artistas se genera algo de ruido al hablar de “clínica” y “curadores” en el arte. Este encuentro de artistas que funcionará como espacio de experimentación, de producciones individuales, de aprendizajes colectivos, deja en evidencia que hay una escuela fuera de las instituciones y es el Otro, el par, el colega. Los encuentros son indispensables para aprender de nuestros pares, quienes en general en su obrar de artistas están generando también estrategias de supervivencia. Cebarse, arengarse, sostenerse resultó ser la fórmula principal de estos primeros encuentros entre artistas de Neuquén, Aluminé, Bariloche, Neuquén y La Pampa.
FUEGO EN LA TORRE
Salir a caminar.
Una mujer hace una caminata con flores y las cuelga de un puente , algunas personas escuchan cuentos en una garita de colectivos, otros construyen un horno de barro en una plaza, dos hombres muerden una mesa llena de chizitos , la suben y la bajan con la fuerza de sus mandíbulas, una pared chorreada de miel es lamida por lenguas voraces, tres cabezas revolean sus melenas, una mujer revive animales en formas extrañas, otra cuelga barcos del cielo, un hombre pinta de blanco huesos de animales, algunas personas escuchan los sonidos que salen desde una grieta, una mujer construye un altar rosa y lo pone junto al gauchito gil sobre la Ruta 40, otras construyen una estatua en forma de fuego...
LIMPIAR EL TERRENO
Este pueblo no va a poder conmigo.
Una mujer aúlla con animales y seres de otros planetas. Se visten con pieles y usan máscaras de alambres y huesos . Un hombre busca musgo verde en el bosque haciendo movimientos que impresionan a la manada. Una mujer solo se mueve, sin antes consultar a su péndulo rosa. Fabrica juguetes que se convierten en oráculos y puertas para entender la nostalgia. Otra de las mujeres vive en un tiempo sin tiempo, en un bosque que es una casa, con ella no sé sabe qué es adentro y qué afuera. Un hombre se propone investigar la vida secreta de hombres importantes de nuestra historia, solo para descubrir una mentira más, o inventarla o exagerarla. Se proponen hacer lo que no saben hacer. Un sable se convierte, un busto se quiebra, un barco se eleva, un plato se quiebra y él péndulo elige...
JUNTAR LA LEÑA
Sostenerme en la confusión.
Una mujer con dibujos en sus brazos abandona la fotografía, otra las toma y las destruye, las recorta, las rompe, las duplica, triplica en una confusión visual. Un hombre intenta descubrir las letras secretas del plan de guerra de Napoleón.
Propone una batalla.
Una guerrera se encuentra oculta en las redes sociales, otra activa relatos sonoros que engañan a los transeúntes. Otra construye cabezas de animales con alambres, pieles y madera. Hablan en otro idioma.
Un anciano pequeño recorre una habitación a oscuras, mira por la ventana, se sienta, descansa, duerme, entra en un sueño profundo o en otro tiempo. Se encuentra con un animal monstruoso y amistoso que trae un mensaje de la luna ....
En la retaguardia uno de los líderes planea fabricar telas para construir los vestuarios, otra ensaya movimientos, propone secuencias que calientan los cuerpos activando los poderes. La encargada del territorio prepara la táctica, señala los mapas, analiza los movimientos de los animales e investiga su comportamiento .
Un hombre de pelo blanco fabrica armas con palos y musgo, escaleras que suben a portales secretos y brebajes verdes que alteran la visión, provocando alucinaciones. Una de las mujeres usa una máscara que confunde aún más, se comunica a través de las palabras de otros.
Todo es una confusión.
Proponen sostenerse de la fuerza de un péndulo, en los juegos de adivinanzas y traducciones eróticas, en los animales de alambre, en escaleras, máscaras, voces, movimientos, grabados y escritos indescifrables.
Inicia el plan.
Despedirse del primer encuentro fue un ritual
Este primer encuentro nos dejó en claro nuestros intereses. Esos que son el aroma del arte. Lo eterno, lo espiritual, lo laborioso, lo erótico, lo animal, lo espacial. El amor y la guerra. Hacer arte es sostenerse en la vida. Entonces, iniciamos el plan de acción. Los artistas nos armamos de nuestras propias potencias, las compartimos, iniciamos una batalla. De aquí no nos vamos sin cruzar nuestros lenguajes y crear el próximo plan de supervivencia.
La que no tiene límites de ser, dio el primer paso para animar la retirada. La despedida es un aventón. Vamos a hacer dos filas gemelas de artistas que elevarán al Otro al cielo, al encuentro de su reflejo entre las estrellas. Nos sostenemos, nos arengamos, nos transformamos.