El mundo Boca siempre vive al límite y esta vez el que quedó en la mira fue Agustín Marchesín. La derrota ante Defensa y Justicia lo expuso como pocas veces: una mala salida terminó en gol en contra y hasta Leandro Paredes, capitán y referente, le marcó su error en pleno partido. El episodio generó un tembladeral de críticas entre hinchas y analistas, con un clima caliente que puso al arquero en el centro de la tormenta.
Sin embargo, puertas adentro la historia es distinta. El cuerpo técnico que encabeza Miguel Ángel Russo mantiene su confianza en Marchesín y lo considera inamovible en el arco. El ex-Lanús, que llegó para darle jerarquía a un puesto que venía tambaleando tras la salida de Sergio Romero, no será reemplazado. “Va a seguir siendo el arquero titular hasta fin de año”, es la decisión firme que se bajó desde el vestuario xeneize.
Los números avalan la banca: Marchesín acumula 31 partidos como titular, con 12 vallas invictas y 27 goles recibidos. Del otro lado, el joven Leandro Brey, su suplente natural, suma 28 encuentros, con estadísticas similares pero aún con la mochila de la experiencia por cargar.
En un contexto donde el futuro del propio Russo genera incertidumbre, Boca no abrirá la búsqueda de otro arquero en el mercado y la apuesta sigue siendo la misma: Marchesín bajo los tres palos.